Monte Albán controló por largo tiempo los destinos de los pueblos ancestrales del territorio conocido hoy como Oaxaca. Ubicada en la pequeña cordillera que constituye el centro de los Valles de Oaxaca, la ciudad se desarrolló en torno a conjuntos ceremoniales situados en las partes más altas de las colinas, a casi 500 m sobre el nivel del valle; a su vez, esos conjuntos fueron regidos desde el centro del poder, el espacio sagrado, hoy conocido como Plaza Principal. El poder que se representa con tanta fuerza en la Plaza Principal de Monte Albán es un poder sagrado, que va más allá de las capacidades y escala humanas, cuya expresión física estuvo presente para trascender los tiempos y los hombres.
Tomado de Nelly M. Robles García, ”Monte Albán”, Arqueología Mexicana, núm. 107, pp. 34 - 38.