El relato de la huida de Quetzalcóatl a Tlillan Tlapallan ha sido generalmente percibido, desde una perspectiva histórica, como la destrucción y el abandono de Tollan, debido a la decadencia de los toltecas. Sin embargo, los esquemas de acción narrativa de dos variantes del mito sugieren otra lectura: la huida habría tenido lugar en el inframundo y la gesta del rey-sacerdote correspondería a su vejez, a su muerte como Sol, y a su renacer como estrella de la mañana. Asimismo, el mito habría fundamentado el protocolo ritual que regía las exequias de los gobernantes toltecas, mismo que heredarían los pueblos de Anáhuac.
Tomado Patrick Johansson K., “Vejez, muerte y renacer de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl“, Arqueología Mexicana núm. 139, pp. 16 - 25.