Palenque, Chiapas

Alejandro Martínez Muriel

¿Quiénes construyeron Palenque?

La ciudad creció gradualmente, es por ello que en apariencia no tiene una planeación definida; sin embargo, sí tiene un patrón común a la mayoría de los asentamientos del México antiguo, es decir, palacios, plataformas y pirámides distribuidos alrededor de plazas y patios, con orientaciones generales en concordancia con los puntos cardinales norte-sur, este-oeste.

Las construcciones que hoy en día se pueden ver y visitar representan tan sólo la quinta parte de la antigua ciudad, ya que los arqueólogos han detectado ruinas en un área de aproximadamente cinco kilómetros de largo por tres de ancho, es decir, 15 kilómetros cuadrados.

Los edificios restaurados se pueden agrupar en cuatro conjuntos: a la entrada, el Templo de las Inscripciones, junto con el de La Calavera (XII y XIII); al fondo se observa el Conjunto de la Cruz; hacia el norte el edificio más llamativo por su tamaño y su torre, El Palacio, y más al norte hay una serie de edificios, entre los que se encuentran el Juego de Pelota, el Templo del Conde, el Edificio X y el Grupo Norte.

Los arqueólogos han registrado artefactos que fechan las primeras ocupaciones de Palenque desde el año 100 a.C., aproximadamente; el apogeo de esta ciudad tiene lugar entre 600 y 700 d.C., periodo conocido como Clásico Tardío. Al parecer los edificios más antiguos son el Templo Olvidado (que no se visita hoy en día), ubicado a 800 m al oeste del Templo de las Inscripciones; los subterráneos y la Casa E del Palacio. Poco después se construyen las otras crujías del Palacio, el Conjunto de La Cruz, el Templo de las Inscripciones y el Grupo Norte.

Estilo arquitectónico característico

Palenque tiene un estilo arquitectónico propio; los templos se construyeron por lo general sobre plataformas de forma piramidal compuestas por cuerpos o terrazas de paredes verticales, que rematan con una cornisa. El templo es de paredes verticales, con una entrada al frente que a veces se divide por una o varias pilastras, en muchos casos decorada con figuras de estuco modelado. Los techos en el interior están formados por medio de bóvedas falsas, y en su exterior tienen un friso inclinado hacia adentro también decorado con figuras de estuco modelado. Algunos de los templos tenían en su interior otro templo o santuario adornado con tableros en bajorrelieve. Estas construcciones en muchos casos estaban rematadas por una crestería sobre el techo, la cual es un muro calado que también estaba decorado con figuras en estuco.

 

Alejandro Martínez Muriel (1946-2009) Coordinador Nacional de Arqueología durante el periodo 1993-2005. Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (1978), y doctor en antropología por la Universidad de California, Estados Unidos (1989). Además de ocupar diversos cargos en el INAH y desempeñarse como docente en la ENAH, fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores y secretario de la Sociedad Mexicana de Antropología. Fundador y parte del Comité Científico-Editorial de la revista  Arqueología Mexicana.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Martínez Muriel, Alejandro, “¿Quiénes construyeron Palenque?”, Arqueología Mexicana, núm. 2, pp. 22-24.

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