Eduardo Matos Moctezuma
Cortés decide sacar a Moctezuma para que calme los ánimos de su pueblo. Así lo hace y estamos ante dos versiones de lo que va a ocurrir: por un lado la española, de sobra conocida, según la cual los mismos mexicas provocan su muerte, y por otro, la de algunas fuentes indígenas, que achacan a los españoles esa acción.
Me inclino por la versión indígena por la siguiente razón: Moctezuma es avisado de que ya no tiene el mando, que éste se ha transferido a su hermano Cuitláhuac, quien ha sido nombrado tlatoani. El mismo Bernal pone en boca de Moctezuma las siguientes palabras:
“Yo tengo creído que no aprovecharé cosa ninguna para que cese la guerra, porque ya tienen alzado otro señor e han propuesto de no os dejar salir de aquí con la vida, e, ansí, creo que todos vosotros habéis de morir” (Díaz del Castillo, 1956, I, p. 472).
Ante esta situación es evidente que Moctezuma ya no les era de utilidad a los españoles, más bien se constituía en una carga junto con el gobernante de Tlatelolco, Izcuahuatzin. Lo mejor era deshacerse de ellos y así lo hacen. La muerte del tlatoani se atribuye a Pedro de Alvarado.
Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.
Matos Moctezuma, Eduardo, “La muerte de Moctezuma”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 93, pp. 46-51.