Toltecas y nonoalcas llegan a Tollan

Tomás Jalpa Flores et al.

Folio 2r

Llegada de los toltecas y nonoalcas a Tollan

Luego de enlistar los veinte pueblos que integraban la gran Tollan, el folio 2r abre con la representación iconográfica de los cuatro protagonistas centrales, orientados hacia el glifo del gran tular. Se trata de dos de los cuatro señores toltecas chichimecas, y dos de los cuatro dirigentes nonoalcas mencionados en el texto alfabético. Los primeros están representados de cuerpo entero, con el rostro barbado, ataviados con pieles de venado y una banda de cuero roja en la cabeza, conocida como tlalpiloni; calzados con sandalias amarradas con tiras rojas. Portan arcos y flechas, atributos asociados a su calidad de chichimecas. Ellos son los toltecas chichimecas, Icxicóuatl, “serpiente por pie” y Quetzaltehuéyac, “gran pluma verde preciosa”.

A sus pies se encuentran los nonoalcas chichimecas figurados por sendas cabezas, detrás de los toltecas, con sus respectivos glifos antropónimos. Se trata de Xelhuan, “hierba dividida” y Hueuetzin, “anciano-H”. En el mismo recuadro se vincula a Icxicóuatl con Xelhuan, quien tiene en la parte superior su antropónimo, compuesto por un manojo de hierba partida, mientras que Quetzaltehuéyac se asocia con Hueuetzin, cuyo antropónimo está representado por un tambor vertical, decorado con ojo y nariz. Este instrumento se llama huéhuetl, lo que permite interpretar el nombre del señor nonoalca como “tamborcito”, pero el ojo y la nariz sugieren una referencia humana.

La palabra huehue también se traduce por “anciano”, si se pronuncia con la primera vocal larga, de modo que de la imagen del tambor se recupera su valor silábico. Al centro se yergue el glifo de la gran Tollan compuesto por un gran tule con sus espadañas que emergen de un cuerpo de agua.

Representar así a los personajes marca una clara diferencia en su protagonismo dentro de la narración. Probablemente también alude a la imagen que tenían los toltecas de los nonoalcas, debido al añejo conflicto que debió existir entre ellos. Como los que redactaron el documento fueron los cuauhtinchantlacas, “deudores” de Icxicóuatl y Quetzaltehuéyac, aprovecharon la oportunidad de mostrar su jerarquía, al representar a sus líderes de cuerpo entero, mientras que a los nonoalcas los representaron sólo con las cabezas.

También es posible que la diferencia señale que los nonoalcas fueron parte de otra migración y, por consiguiente, de una historia a la que ellos no le dieron la misma importancia. Esto se corrobora por la estructura misma del documento y explica por qué la historia nonoalca comprende sólo cuatro fojas dentro del manuscrito, donde se proporciona un denso relato en el que sólo se habla de los motivos de su salida y dispersión al abandonar la gran Tula.

Imagen: Historia Tolteca Chichimeca, f. 2r.  Reprografía: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

Tomás Jalpa Flores. Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, INAH.

Hildeberto Martínez. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Francisco González Hermosillo Adams. Dirección de Estudios Históricos, INAH.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Jalpa Flores, Tomás et al., “Historia Tolteca Chichimeca. Parte 1 (edición facsimilar) Primer relato. La migración de los nonoalcas chichimecas y la fundación de sus señoríos”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 107, pp. 18-35.