Se trata de uno de los cultivos cuya antigüedad se remonta a miles de años, y su uso tan prolongado sin duda tiene que ver con su peculiar sabor, un tanto ácido, y con su dilatado proceso de putrefacción. En su forma domesticada, el tomate es más antiguo que el jitomate, de hecho en Mesoamérica su uso estaba más difundido y era más común. El tomate es un fruto que acompaña al chile en la preparación de salsas y disminuye su cualidad picante.
Nombres indígenas: tómatl (náhuatl), chapululh (totonaco), k’ashil p’ak (maya), bityus gihs (zapoteco), tinguaraque (purépecha), si rini (trique).
Otros nombres: tomate de cáscara, tomate verde, tomate de milpa, tomatillo, miltomate.
Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial.
Vela, Enrique (editor), “Tomate (Physalis philadelphica), Arqueología Mexicana, edición especial núm. 84, pp. 52-53.