Trecena 18: 1 viento, ce ehécatl

Enrique Vela

El decimoctavo signo se llama ce écatl. Decían que era mal afortunado porque en él reinaba Quetzalcóatl, que es dios de los vientos y de los torbellinos. Decían que el que nacía en este signo, si era noble, sería enbaidor, y que se trasfiguraría en muchas formas, y que sería nigromántico, y hechicero, y maléfico, y que sabría todos los géneros de hechicerías y maleficios, y que se trasfiguraría en diversos animales.

Y si fuese hombre popular o macegual sería también hechicero, y encantador, y enbaidor, de aquellos que se llaman temacpalitotique.

Y si fuese mujer sería hechicera, de aquellas que se llaman mometzcopinque.

Y estas hechicerías estos hechiceros aguardaban a algún signo favorable para hacerlas, uno de los cuales era chicunahui itzcuintli, y otro, chicunahui miquiztli, y otro, chicunahui malinalli. Y todas las casas novenas de todos los signos les eran favorables para estas sus obras, las cuales son contrarias a toda buena fortuna.

Los que eran deste oficio siempre andaban tristes y pobres, ni tenían que comer ni casa en que morar. Solamente se mantenían de lo que les daban los que les mandaban hacer algún maleficio. Y cuando ya habían acabado de hacer sus maleficios y era tiempo que acabasen su mala vida, alguno los prendía y les cortaba los cabellos de la corona de la cabeza, por donde perdía el poder que tenía de hacer hechicerías y maleficios. Con esto acababa su mala vida muriendo.

Aquellos hechiceros que se llaman temacpalitotique, o por otro nombre tepupuxacuahuique, cuando querían robar alguna casa, hacían la imagen de ce écatl o de Quetzalcóatl. Y ellos eran hasta quince o veinte los que entendían en esto, y iban todos bailando a donde iban a robar, y íbalos guiando uno que llevaba la imagen de Quetzalcóatl, y otro que llevaba un brazo desde el codo hasta la mano de alguna mujer que hobiese muerto del primer parto. Las cortaban a hurto el brazo izquierdo. Y estos ladrones llevaban un brazo destos delante de sí para hacer su hecho. Uno dellos que iba guiando le llevaba en el hombro.

Fray Bernardino de Sahagún, Historia general

de las cosasde Nueva España
, t. I, 2000, pp. 405-407.

Imagen: Izquierda: “Los que aquí nacían habían de tener que comer”. La diosa patrona es Chantico, “en el hogar”: diosa del fuego doméstico, patrona de Xochimilco. Trecena 1 viento. Códice Borbónico, p. 18. Derecha: Trecena 1 viento en el Códice Borgia, p. 63. La diosa patrona es Chantico. Digitalizaciones: Raíces.

 

Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial. Editor de la revista Arqueología Mexicana.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Vela, Enrique, “Trecena 18: 1 viento, ce ehécatl (19-31 de enero; 6-18 de octubre, 2017))”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 71, pp. 74-77.