Durante las últimas tres décadas, las investigaciones arqueológicas han confirmado que Tula era uno de los centros urbanos más extensos de Mesoamérica, con cerca de 15 kilómetros cuadrados durante su apogeo, entre 900-1150 d.C. Asimismo, era una ciudad con una gran complejidad económica, política y étnica, y con miles de habitantes agrupados en distintas clases sociales, entre ellas nobles, sacerdotes, artesanos, agricultores y otros especialistas. Dentro de la ciudad se han identificado docenas de barrios con sus propios centros administrativos y templos. La gran escala urbana de Tula confirma que tenía la grandeza y la magnitud suficientes para ser identificado como la gran Tollan descrita en muchas de las crónicas de los pueblos del Altiplano de México que sobrevivieron a la conquista española. Otro aspecto clave en la historia de Tollan según las crónicas es su identidad como la ciudad del rey-sacerdote Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, el héroe cultural más sobresaliente de Mesoamérica.
Tomado de Robert H. Cobean y Alba Guadalupe Mastache Flores, “Tollan en Hidalgo. La Tollan histórica”, Arqueología Mexicana, núm. 85, pp. 30 - 35.