Maternidades políticas. Análisis del hallazgo de una ofrenda femenina en Teotihuacan
Siempre me han llamado la atención los estudios que postulan la asociación mítica de la mujer/naturaleza como una de las estrategias ideológicas más antiguas que la ideología del patriarcado ha usado para su perpetuación. En ésta, el papel de la mujer ha sido naturalizado y la naturaleza ha sido feminizada, dado lo cual se asume que las mujeres siempre han sido vulnerables a las fuerzas de la naturaleza que intentan poseerlas, por lo que el ámbito doméstico es un lugar seguro para ellas (Ortner, 2006; Rosaldo, 1979; Parga, 2013).
En esta ideología se menciona frecuentemente el hechizo de los animales salvajes hacia las mujeres. Por ejemplo, la famosa leyenda de la víbora cencuate en Teotihuacan, en la cual una víbora se introduce en el interior de una choza campesina donde se encuentra una mujer amamantando a su pequeño hijo; la víbora la hechiza con su mirada y su aliento, haciendo que la mujer enferme y cambie su comportamiento cotidiano (metáfora de enamoramiento) hasta que el pueblo se percata y lo comunica al marido. Acto seguido, el marido mata a la serpiente con su machete, luego de lo cual la mujer también muere de tristeza (Delgado, 2021).
En esos relatos los hombres son fabricantes de artefactos, herramientas y soluciones útiles para la sobrevivencia del grupo, son creadores de la cultura y en muchas ocasiones se convierten en héroes al romper el hechizo de las mujeres (por ejemplo las princesas y caballeros medievales) Así, ellos son la encarnación de lo público y de la fuerza física, mientras que la mujer es pasiva, observadora de los ciclos de la naturaleza, de la fertilidad de la tierra y de la crianza de los hijos.
Aquí es donde la arqueología toma la palabra para determinar si tal aseveración se puede encontrar en otras épocas de la historia y en culturas no occidentales, como la teotihuacana, ya que de otra manera corremos el riesgo de pensar que la ideología mujer/ naturaleza, hombre/cultura es natural y por ende universal. Podemos preguntar: ¿en Teotihuacan existen evidencias arqueológicas que afirmen o refuten la subordinación femenina que hemos mencionado?
Para responder, daremos cuenta de los resultados de un estudio iconológico e iconográfico de una ofrenda de figurillas femeninas localizada al oriente de la antigua ciudad de Teotihuacan en 1997, que aporta nuevos datos sobre el papel de la mujer y el significado del espacio público versus privado que le otorgamos en sociedades occidentales. Para lograrlo utilizaremos el llamado “enfoque antropológico” propuesto por el doctor Manuel Gándara (2003), quien postula tres niveles de análisis:
1. Historiar la información arqueológica disponible bajo los parámetros de registro, análisis e interpretación de las relaciones espaciales y temporales de la ofrenda.
2. Desnaturalizar: es decir cuestionar si en Teotihuacan existen evidencias de un vínculo de las mujeres con la naturaleza con un confinamiento al ámbito privado.
3. Principio de esperanza: si eso no existe entonces no es “natural” y por lo tanto se puede establecer que, desde la perspectiva arqueológica, en Teotihuacan no hay bases para pensar en una superioridad de un género sobre otro.
Imagen: Las mujeres y los niños invitados a la presentación del nuevo integrante del linaje lloran para rogar por la salud del niño. Reconstrucción de la segunda escena de la ofrenda hallada en el Edificio 11 de Teotihuacan. Dibujo: Víctor German Álvarez / ZMAT-INAH.
Jaime Delgado Rubio. Consultor de la UNESCO y prestador de servicios profesionales en el INAH.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Delgado Rubio, Jaime, “Maternidades políticas. Análisis del hallazgo de una ofrenda femenina en Teotihuacan”, Arqueología Mexicana, núm. 173, pp. 72-79.