Venerando a los ancestros. Las urnas del Valle de Comitán, Chiapas
Durante el Clásico Tardío (600- 900 d.C.) se desarrolló en el Valle de Comitán una tradición alfarera de urnas muy particular. La iconografía de estos enseres rituales está relacionada con la veneración de ancestros y el simbolismo del Dios Jaguar del Inframundo. Sobre el borde del contenedor es común la representación de personajes antropomorfos en cuclillas, quienes sujetan en sus manos bastones para barrenar fuego y bolsas para guardar copal, una temática conocida en el arte maya que permite su identificación como especialistas en rituales de fuego y sacrificio.
Existen pocos ejemplares de urnas y por desgracia la mayoría provienen del saqueo. En la actualidad se resguardan en el Museo Nacional de Antropología y en el Museo Regional de Chiapas. Otra urna que se incorpora a este grupo se exhibe en el Museo del Fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, y muestra una iconografía muy afín con un “nuevo” fragmento de estela de Chinkultic.
Los reportes de estos objetos son escasos, pero su hallazgo se extiende más allá de la frontera con Guatemala. A finales del siglo XIX Eduard Seler registró fragmentos de este tipo de urnas en Quen Santo, en el Departamento de Huehuetenango (Seler, 2003, figs. 198, 199, 204-208). Muy cerca, en la finca Chaculá, el alemán Gustav Kanter resguardó una importante colección de piezas arqueológicas –destruida a comienzos del siglo XX– entre las que se contaban urnas similares a las del Valle de Comitán (Villacorta y Villacorta, 1927).
Las urnas se componen de un contenedor, una vasija de base plana y paredes recto-divergentes con pestañas en los costados. Una figura en cuclillas, por lo general un personaje antropomorfo –en un caso se trata de un nagual o wahy en forma de jaguar–, está colocada sobre el borde de la urna, con las piernas flexionadas y los codos descansando en las rodillas. La pared del contenedor muestra mayor variedad de representaciones. Puede replicar al personaje del nivel superior, aunque también puede tratarse de una criatura simiesca, o bien una criatura con anteojeras redondas emplumadas de cuyo pico surge un ancestro con atributos del dios de las tormentas del Centro de México, en tanto una urna miniatura presenta un motivo floral.
Algunas de las figuras antropomorfas tienen una anteojera que delimita la parte inferior de sus ojos y se entrelaza como bucle en el entrecejo del rostro, atributo que es un rasgo diagnóstico del Dios Jaguar del Inframundo. Esta deidad que regía la noche y era patrona del fuego, se consideró un aspecto nocturno del Sol cuando atravesaba el inframundo; también fue el dios patrono de la guerra, y tenía estrecha relación con las cuevas (Stuart, 1998, p. 408).
Imagen: Colección de urnas del Valle de Comitán, Chiapas. a) Los dos personajes antropomorfos tienen atributos del Dios Jaguar del Inframundo. Museo Regional de Chiapas (MRCH). b) En la parte superior se encuentra un nagual (wahy) con forma de jaguar y en la inferior un ch’ajoom con atributos de simio. MRCH. c) En la parte superior se posa una mujer con tocado de nudos, mientras que en la parte inferior un ancestro con atributos del dios de las tormentas del Centro de México se manifiesta a través del pico de un ave. MNA. d) Urna miniatura con un motivo floral en el cuerpo del contenedor. MNA. Fotos: Jorge Pérez de Lara, Archivo Digital de las Colecciones del MNA, INAH-CANON.
Ángel Adrián Sánchez Gamboa. Historiador por la UNAM. Investigador adscrito al proyecto de “Conservación y documentación de las colecciones de Palenque, Toniná y Comitán, Chiapas”, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.
Martha Cuevas García. Arqueóloga por la ENAH y doctora en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigadora titular del proyecto “Conservación y documentación de las colecciones de Palenque, Toniná y Comitán, Chiapas”, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.
Carlos Navarrete Cáceres. Arqueólogo por la ENAH y maestro en ciencias antropológicas por la ENAH y la UNAM. Investigador del IIE, UNAM. Premio Chiapas 1984, Premio Nacional de Literatura 2005, Guatemala, y doctor Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala y por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
Guido Krempel. Maestría por la Universidad de Bonn, Alemania. Doctorando e investigador del Departamento de Antropología de las Américas y de la Base de Datos de Texto y Diccionario Maya del Clásico de la Universidad de Bonn, Alemania.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Sánchez Gamboa, Ángel A., et al., “Venerando a los ancestros. Las urnas del Valle de Comitán, Chiapas”, Arqueología Mexicana, núm. 172, pp. 70-75.