La región Puuc de Yucatán es justamente connotada por su espléndida arquitectura. Turistas y arqueólogos por igual se han solazado y han admirado los bien proporcionados y diseñados edificios de piedra de los sitios Puuc, así como los hermosos mosaicos que ostentan muchas de sus estructuras. Sin embargo, hasta hace poco tiempo y a pesar de que millones de personas han visitado y fotografiado los famosos edificios de sitios tan importantes como Uxmal, Kabah, Sayil y Labná, poco sabíamos acerca de los pobladores de estos y otros sitios Puuc.
Para ahondar nuestro conocimiento científico de los sitios Puuc, decidimos investigar concienzudamente Sayil, sitio situado siete kilómetros hacia el sur de Kabah. Sayil es uno de los sitios Puuc más grandes y se le conoce, sobre todo, por su monumental palacio de tres pisos: El Gran Palacio. Esta estructura está unida a otro palacio de dos pisos —El Palacio Sur—, al juego de pelota y a una plataforma con estelas labradas, distante un kilómetro hacia el sur del sitio, mediante un sacbé (camino blanco) elevado. Más o menos a la mitad de este sacbé se encuentra el muy conocido Mirador. Si bien este edificio, como otros más de piedra aún en pie, asociados a la antigua elite de Sayil son bien conocidos, jamás se habían elaborado mapas ni estudiado sistemáticamente los restos de las casas perecederas de madera de los antiguos campesinos, ni otros rasgos domésticos.
Durante los años ochenta encabezamos cinco temporadas de campo en Sayil, en cooperación con el Centro Regional Sureste del INAH; nuestro propósito era llegar a un entendimiento más balanceado de la organización urbana del sitio en su totalidad. Dedicamos tres temporadas en hacer nuevos mapas y perfeccionar los anteriores con instrumentos electrónicos modernos; dedicamos particular atención a los lugares más pequeños, los restos más sencillos o algo alejados del impresionante y conocido núcleo del sitio, antes pasados por alto.
Si lo comparamos con otros sitios mayas, Sayil fue una ciudad densamente poblada; hubo casas prácticamente en cualquier lugar donde fuera posible cavar una cisterna (chultún). Los linderos de la ciudad fueron bien definidos y ésta abarcó una superficie de 3.5 km cuadrados. Se localizaron varios rasgos urbanos: por ejemplo, encontramos curiosos indicios de que los límites del asentamiento estuvieron marcados por pequeñas pirámides rituales colocadas en dirección de los puntos cardinales del centro de la ciudad. Uno de estos templos limítrofes estuvo sobre un basamento redondo de dos niveles, muy atípico en la región Puuc. Logramos definir, además, en el centro mismo de la ciudad un grupo de doble plaza junto a la vía de acceso principal: su localización, características formales y posición indican una importancia clave a pesar de su modesta estructura. Otro rasgo recientemente descubierto en el núcleo del sitio, al sur del Mirador, parece haber sido un mercado. Este mercado consta de un conjunto inusitadamente denso de plataformas bajas para edificios con el frente abierto, algunas con una banqueta interior. Las estructuras están más o menos alineadas en hileras curvas, orientadas hacia el norte. El mercado servía, al parecer, para intercambiar productos locales, dada la escasez de artículos importados en Sayil. Es probable, por los rasgos asociados al Gran Palacio, que la familia gobernante tuvo allí su residencia y con el tiempo aumentó su tamaño (en la medida en que creció la familia de los gobernantes y el número de sus ayudantes). El Palacio Sur parece haber sido un centro público y administrativo, y ambos edificios, con componentes funcionales distintivos, estuvieron conectados con el mercado, y tal vez con el centro religioso de la ciudad, mediante un sacbé.
Las otras dos temporadas se dedicaron a la excavación y la recolección de materiales en superficie, para probar cuestiones relacionadas con la realización de mapas. Las tareas se concentraron en entender un grupo habitacional común, o en ejemplos de rasgos singulares o problemáticos en otras partes de Sayil.
Colectamos miles de tepalcates, seleccionados directamente de la superficie, para lograr saber el tipo de habitantes que poblaron las diferentes partes de Sayil. Utilizamos este medio rápido (y mínimamente destructivo) de recolección y para recabar datos, pues el apogeo de Sayil fue muy breve e intenso (la mayor parte de la cerámica procede del Clásico Terminal y ocupa solamente unos siglos, comprendidos entre el 700 y el 1000 d.C.); también lo hicimos porque se encuentran cantidades variables de cerámica por todas partes.
Creíamos que las variaciones en el tipo, forma y frecuencia de la cerámica nos proporcionarían mucha información sobre las actividades humanas en las distintas partes de Sayil, en relación con más de treinta tipos diferentes de edificios y construcciones, así como sobre las áreas que se afirma estuvieron "vacías" y que de hecho predominan y rodean todas las casas.
En Sayil existen cinco o seis tipos de casas: los palacios de hasta 99 cuartos, con techos abovedados de piedra —como el Gran Palacio—; edificios pequeños más comunes; casas de cinco habitaciones con paredes de mampostería, de alturas variables y techos perecederos; superestructuras totalmente perecederas sobre cimientos endebles. Son muy comunes los edificios hechos sólo de piedra y comprenden una quinta parte del total de estructuras de Sayil y dos quintas partes de su superficie habitable. Las estructuras habitacionales, al igual que las demás, se encuentran por lo general sobre plataformas asociadas al área del patio, donde hay uno o más chultunes para conservar el agua, ya que no hay fuentes acuíferas permanentes en el lugar. Otro rasgo muy común son los montículos de guijarros (o chich) que tal vez sean también restos de casas (de la clase inferior o de trabajadores jornaleros); su función (o funciones) son aún tema de polémica entre los estudiosos.
En Sayil, la planta oval de las casas mayas modernas, es muy rara y bastante reciente. Los antiguos habitantes de Sayil vivieron en cuartos o casas rectangulares o cuadradas, lo cual sería uno de los pocos indicios de que tal vez provinieron del altiplano boscoso del sur, donde son frecuentes las plantas de esta forma. Encontramos cerámica del Posclásico y el Clásico Terminal en una casita redonda que excavamos; los pocos cimientos de casa ovales que descubrimos se asociaron a artefactos obviamente recientes.
Como el propósito primordial era indagar en la vida de los mayas comunes, concentramos nuestras excavaciones en un grupo de casas diversificado. La gran plataforma sirvió de base al menos a seis casas, y fue designada N7806/N5349 por sus coordenadas en el mapa.
Traducción: Elisa Ramírez Castañeda.
Gair Tourtellot. Investigador asociado del Departamento de Arqueología de la Universidad de Boston. Director de campo del proyecto arqueológico de La Milpa.
Jeremy A. Sabloff. Director del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pensilvania
Tourtellot Gair y Jeremy A. Sabloff, “Nuevos enfoques. La antigua ciudad maya de Sayil”, Arqueología Mexicana, núm. 11, pp. 28-34.
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