El culto a los ancestros en un objeto de hueso de Palenque, Chiapas
La iconografía del adorno nasal
A juzgar por sus elementos iconográficos, la escena representa un acto de manipulación de restos óseos humanos, muy posiblemente de un antepasado. Uno de los datos más significativos de la escena es el traslado de la osamenta de un umbral a otro, es decir, que la cresta que divide las dos secciones tuvo la intención de señalar que el personaje se aproxima a un umbral de existencia diferente de donde se encontraban los restos óseos del antepasado.
El personaje es representado en el umbral de un portal de comunicación con dioses y antepasados, un motivo muy común en el arte maya del Clásico. En su forma íntegra, este elemento iconográfico muestra una forma cuadrilobulada, cuyas aristas internas configuran cuatro circunvoluciones que forman puntas en sus extremos. En este caso, el lado izquierdo del ornamento nasal, dos de estas puntas están ubicadas detrás de la nuca y debajo del brazo izquierdo del personaje. Las puntas y el contorno desaparecen en el lado derecho de la pieza, lo cual indica que está traspasando el límite del portal hacia otro ámbito.
Es llamativo el signo ak’ab’ (oscuridad/noche) que porta en el brazo, lo que es un indicador de que está participando en un ámbito nocturno, como es la cueva o el inframundo. De acuerdo con la evidencia iconográfica esta marca corporal aparece representada en brazos, piernas y costados de deidades y seres sobrenaturales, que remiten a los espacios oscuros en los que actúan.
Sobre la cabeza cuenta con un tocado en forma de ave que posee un ojo grande y circular, con protuberancias en la parte superior, mientras que el pico tiene el aspecto natural de un ave, pero el remate es extremadamente ganchudo y posee afilados dientes, uno lateral y otro frontal. Esta ave presenta aspectos similares a la que aparece representada sobre la cabeza de Ix Yohl Ik´nal en la cara oeste del sarcófago de Pakal.
Otro aspecto que resalta es el bulto que carga el personaje. Es importante decir que los bultos funerarios eran una práctica común entre los antiguos mayas y están presentes en la iconografía y se aluden en la epigrafia. Un ejemplo de estas representaciones es el Altar 5 de Tikal, donde se observa a dos personajes, provistos de bastones, narigueras de tela anudadas y anteojeras. Entre ambos se encuentra una pila de huesos largos y una calavera.
Imagen: El adorno nasal de la Casa C. El Palacio, Palenque, Chiapas. Fotos: Luis Torres / INAH-Proyecto Arqueológico Palenque (PAP). Representación del adorno sobre la nariz. La escena tallada en el adorno nasal. Dibujo: Constantino Armendáriz / INAH-PAP.
Arnoldo González Cruz. Arqueólogo por la ENAH. Investigador del Centro INAH Chiapas. Desde 1989 es director del Proyecto Arqueológico Palenque.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
González Cruz, Arnoldo, “El culto a los ancestros en un objeto de hueso de Palenque, Chiapas ”, Arqueología Mexicana, núm. 183, pp. 16-23.