La fauna felina en Mesoamérica

Manuel A. Hermann Lejarazu. 

Los felinos también ocupan un lugar especial dentro del pensamiento y la religión de los antiguos grupos indígenas mesoamericanos. Aunque las representaciones de estos animales parecieran circunscribirse a jaguares, pumas, ocelotes y jaguarundis, existen otras especies felinas que fueron descritas en la Historia general o Códice Florentino de fray Bernardino de Sahagún. No obstante, su identificación en códices, cerámica o pintura mural se dificulta debido a que algunos rasgos descritos por el franciscano parecen acercarlos a la categoría de animales fantásticos. En efecto, tal es el caso del animal llamado tzoníztac, “cabeza blanca”, que aparece representado en el libro XI del Florentino como un mamífero de gran tamaño, con el cuerpo cubierto de un pelaje gris corto, aunque con pelo blanco en el cuello y la cabeza.

Según la descripción del fraile franciscano, se trata de un felino de gran tamaño que habitaba hacia la zona de la Mar del Sur, es decir, hacia el océano Pacífico: “Es del tamaño del tigre, o casi. Es bajo de pies y de grueso cuerpo. Come carne de las bestias silvestres. Cuando quiere cazar, regaña como gato, y luego arrebata la caza. Tiene las manos y los pies como tigre. Es muy negro todo el cuerpo, y tiene la cola larga. Este animal muy pocas veces aparece (Sahagún, 1989, t. 2, pp. 680-681).

Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el CIESAS-CDMX. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Tomado de Manuel A. Hermann Lejarazu, “Otros animales de agüeros. La fauna felina en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana, núm. 195, pp. 14-15.