En los años recientes se han venido realizando exploraciones en el interior de la Pirámide de la Luna que han arrojado nueva información sobre su evolución arquitectónica y sobre su papel en la historia de Teotihuacan. A diferencia de la Pirámide del Sol, la de la Luna fue producto de por lo menos siete etapas constructivas, con fechas que van de 100 d.C. a 600- 650 d.C. En cada una de ellas se fueron realizando ampliaciones que dieron lugar al gran volumen que ahora ven los visitantes. En ocasión de la construcción de las nuevas etapas se realizaban complejos rituales dedicatorios, los cuales incluían el depósito de ricas ofrendas que acompañaban a los individuos sacrificados. Uno de estos entierros, el número 5, es notable porque a diferencia de otros que contenían sacrificados y estaban dedicados a conmemorar distintas ampliaciones de la pirámide, parece tratarse del entierro de tres personajes de la elite teotihuacana, sepultados con una rica ofrenda que incluía objetos de jade.
Tomado de Arqueología Mexicana, Especial 28, Teotihuacan, guía visual.