Notas para la presentación del libro: Coyolxauhqui. A 45 años de su descubrimiento
Palabras leídas el 29 de junio del presente año en el Auditorio “Eduardo Matos Moctezuma”, Museo del Templo Mayor.
De la Colección Museos y Galerías, este libro conmemorativo da cuenta del efecto tan fecundo como inesperado de un descubrimiento fortuito hace poco menos de medio siglo. Sin haberlo sospechado, al excavar un pozo de eso que llaman infraestructura urbana se encontró una enorme lápida circular exenta en una de cuyas caras se vio en relieve una imagen inquietante.
Las formas esculpidas y la profundidad intocada del hallazgo creaban ya la de la antigüedad de su factura y de su utilidad, más ritual que arquitectónica: el último día de su culto fue el 13 de agosto de 1521. Me platicó la arqueóloga Patricia Ledesma que una imagen sustituta fue la despedazada algún momento después de San Hipólito; el hecho de construir el espacio sagrado asentado en la fábrica anterior propició la existencia completa de la piedra circular con la que esa jornada alguien se tropezó.
Doble retorno. Volvía a la luz para regresar a la memoria el 21 de febrero de 1978. Se estaba entonces a la mitad del invierno, momento nodal para la arqueología mexicana. La responsabilidad de reconstruir entornos culturales de una civilización rota sería de Eduardo Matos; probaría, entre otras cosas, su habilidad organizadora de equipos de trabajo multidisciplinarios. También comprobaría su tesis en torno a la idea de la muerte entre los nahuas, lectura de bolsillo del delicioso libro Muerte al filo de obsidiana, de 1975.
Con pluma ligera, Matos nos ofrece ahora sus reflexiones sobre la gestión del museo llamado emblemáticamente del Templo Mayor, y que abrió sus puertas el 12 de octubre de 1987, fecha escogida creo que sin ingenuidad como cierre de ciclo de un quebranto civilizatorio. El museo, vale decirlo, tiene la impronta del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y del enorme museógrafo Miguel Ángel Fernández.
Imagen: Portada del catálogo de la exposición sobre Coyolxauhqui; el diseño es de Jonathan Tonatiúh Silva. Foto: Museo Del Templo Mayor. Trabajos de exploración del monolito de Coyolxauhqui en 1978. Foto: Salvador Guilliem.
Salvador Rueda Smithers. Historiador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Director del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Rueda Smithers, Salvador, “Notas para la presentación del libro: Coyolxauhqui. A 45 años de su descubrimiento”, Arqueología Mexicana, núm. 182, pp. 74-77.