13. Dios de la lluvia. Teotihuacan, Estado de México

Enrique Vela

Las representaciones de las dioses de la lluvia en Mesoamérica se distinguen porque presentan rasgos comunes a lo largo del tiempo y el espacio. Basta observar las imágenes de estas páginas para comprobarlo, se trata de ejemplos procedentes de distintas épocas y culturas en los que saltan a la vista algunas de las características que los identifican como dioses de la lluvia, entre ellas las anteojeras o anillos oculares y la nariz y la máscara bucal serpentinas.

Son un grupo de dioses de gran antigüedad; las primeras representaciones conocidas se remontan al Preclásico y aun ahora, con los correspondientes matices, son parte esencial de la cosmovisión indígena. Aunque seguramente cada cultura les daba nombres específicos, éstos no se conocen en su totalidad, pero sabemos que era Cocijo para los zapotecos, Dzahui para los mixtecos y Chaac para los mayas. Entre los nahuas el dios de la lluvia era llamado Tláloc y era tal su relevancia que uno de los templos que coronaba la cima del Templo Mayor de Tenochtitlan estaba dedicado a él.

Eran dioses que se relacionaban no sólo con la lluvia en sí, sino con un amplio espectro de aspectos vinculados, como nubes, rayos, relámpagos y corrientes de agua.

Imagen: 1. Almena del dios de la lluvia. Teotihuacan, estado de México. Clásico Temprano. Museo Nacional de Antropología. 2. Dzahui. Oaxaca. Posclásico. Museo Nacional de Antropología. 3. Jarra con el rostro de Tláloc. Tenenepanco, estado de México. Posclásico Temprano. Museo Nacional de Antropología. 4. Dios de la lluvia. El Zapotal, Veracruz. Clásico Tardío. Museo de Antropología de Xalapa. Fotos: Archivo Digital de las Colecciones del MNA, INAH-CANON, Rafael Doniz / Raíces.

 

Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial. Editor de la revista Arqueología Mexicana.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Vela, Enrique, “13. Dios de la lluvia. Teotihuacan, Estado de México”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 96, pp. 36-37.