La agricultura, la actividad principal de las sociedades mesoamericanas, es el producto de un largo y paulatino proceso de domesticación de plantas, en el que la selección de las más aptas para el consumo humano fue factor fundamental. A la larga se establecerían eficientes complejos productivos entre los cuales la milpa ocupa un lugar destacado. Sin duda el cultivo principal fue el maíz, un producto cultural en sentido pleno pues debe sus características a la mano del hombre y sólo se da si éste lo procura. Era parte central en la cosmovisión y alrededor de él, y de otros cultivos, se conformó un complejo ciclo ritual regido por un elaborado calendario y en el que las deidades del maíz ocupaban un lugar central.

Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial. Editor de la revista Arqueología Mexicana.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Vela, Enrique, “30. Mazorca. Cacaxtla, Tlaxcala”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 96, pp. 70-71 .