Disco con mosaico de turquesa
 de Chichén Itzá, Yucatán


Este disco de mosaico de turquesa fue encontrado, junto con otro, en junio de 1932, dentro de una caja de piedra con tapa colocada en el Templo de Chac Moool, que posteriormente quedó cubierta por el Templo de los guerreros. junto con los discos fueron sepultados un bulto sagrado, que contenía piedras para adivinar, y los restos del cuerpo de un pinzón, ave representativa de los guerreros de Chichén Itzá, y los de un búho, que simboliza la guerra asociada con los elementos acuáticos y con Tláloc. El disco –además de la decoración mediante teselas de turquesa que formaban mosaicos colocados en una base de madera– tiene cuatro cabezas de serpiente hechas con pizarra, un tipo de piedra, y, en el centro, los restos de lo que se supone fue un espejo de pirita de hierro. En Mesoamérica, los espejos estaban relacionados con el poder real porque, se creía, eran portal a otros mundos. De acuerdo con algunos investigadores, las cabezas de serpiente estuvieron asociadas con la guerra y son reminiscencia de la “serpiente de visión”, que era invocada ritualmente por los reyes del Clásico maya. Los discos ofrendados daban simbólicamente poder a la persona que se sentaba en el trono del Templo de los guerreros.

Tomado de, Arqueología Mexicana, Especial 44,  Mundo maya. Esplendor de una cultura