Durante el Posclásico, casi todo el Centro de México estuvo dividido en ciudades-Estado (altépetl): tal vez 50 solamente en la Cuenca de México. Hacia 1519, la mayoría había sido incorporada al dominio de la Triple Alianza. Muchas conservaron su autonomía política y sus gobernantes tras ser conquistadas. Otras soportaron un control imperial más directo y sus gobernantes fueron sustituidos por autoridades impuestas. Fueran autónomas o controladas, todas estas ciudades-Estado sujetas pagaron tributo y ofrecieron otros servicios a los dominadores imperiales.
La energía política de la región emanaba de la Cuenca de México. Durante los 90 años anteriores a la llegada de los españoles, la Triple Alianza se convirtió en la fuerza militar más poderosa y temida, de una costa a la otra y hasta el extremo sur de Mesoamérica, muy lejos de su corazón en la Cuenca de México. El imperio forjó ventajosos vínculos con los grupos dentro de la región central y fuera de ella mediante la conquista militar, las alianzas políticas, los matrimonios entre elites y los acuerdos comerciales. Además, la gente de la cuenca fue movilizada constantemente por guerras o por proyectos públicos mayores.
Los principales oponentes de la Triple Alianza fueron los tlaxcaltecas, los huexotzincas y los cholultecas, que vivían a 100 km aproximadamente hacia el este de Tenochtitlan. A diferencia de la Triple Alianza, sus vínculos fueron inestables y fugaces: hubo un momento en que los huexotzincas se quejaron de agravios de los tlaxcaltecas ante los mexicas e incluso rogaron a sus gobernantes que los ayudaran; los cholultecas cambiaban constantemente sus alianzas. Estas tres potencias se enfrentaron a la Triple Alianza con frecuencia en el campo de batalla, pero ninguno de los bandos logró conquistar al enemigo. A la larga, la independencia de los tlaxcaltecas fue crucial para la conquista de Tenochtitlan en 1521.
Frances Berdan. Doctora en antropología por la Universidad de Texas, sede en Austin. Es profesora emérita de la Universidad Estatal de California, sede San Bernardino, y se especializa en cultura, economía e historia aztecas.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Berdan Frances, “Centro de México”, Arqueología Mexicana, núm. 160, pp. 64-70.