El guajolote. Un viaje desde Mesoamérica al mundo
El guajolote norteño: la frontera entre la distribución natural y cultural
Esta especie es la más conocida y se distribuye en todo el planeta gracias a sus intensas interacciones con los humanos, lo que ha dificultado desentrañar su distribución geográfica natural.
Esta especie ocupa una diversidad de hábitats en América del Norte, donde se generan subpoblaciones por la adaptación a ambientes particulares, que van desde el pastizal y matorral hasta los diversos bosques templados. Sin embargo, un debate que surgió desde mediados del siglo XX se centra en si esta especie alcanzó el centro sur de México.
Si se parte de una asociación ecológica, no se reconocen registros naturales de la especie en el centro de México. Sin embargo, hubo autores como Arlie W. Schorger que postularon la distribución del guajolote en el centro-sur de México, con base en los registros de las Relaciones geográficas.
Para tratar de entender este asunto, hemos construido modelos biogeográficos de nicho ecológico y, con base en ello, sabemos que no existieron las condiciones necesarias para que de manera natural se distribuyera el guajolote norteño en el centro y sur de México.
Además, hay dos variables que influyen fuertemente en su distribución geográfica: una gran tolerancia a cambios en la temperatura y la humedad. Este factor es una de las claves para entender su adaptación a nuevos ambientes, al transporte y a la distribución debido a la influencia humana.
Imagen: Propuesta de la distribución del guajolote norteño (Meleagris gallopavo) y sus subespecies, así como su relación con la vegetación local en América. Elaboración: Claudia I. Alvarado León y Eduardo Corona-M., con datos de Dickson (1992) y Natureserve (2021). Cría de guajolote. Silbato simple. Jaina, Campeche. Foto: Archivo Digital de las Colecciones del MNA, INAH-CANON.
Eduardo Corona-M. Doctor en paleontología por la Universidad Autónoma de Madrid y profesor investigador del Centro INAH Morelos, miembro del SNI-Conacyt. Sus principales proyectos y publicaciones se relacionan con las interacciones humano-fauna en el Cuaternario y en particular con la domesticación animal en Mesoamérica.
Corona-M., Eduardo, “El guajolote. Un viaje desde Mesoamérica al mundo”, Arqueología Mexicana, núm. 176, pp. 32-37.