El Jardín de Nezahualcóyotl en el cerro del Tetzcotzinco

 

Los jardines de Tetzcoco fueron construidos por órdenes de Nezahualcóyotl en torno a un monte de forma cónica, sobre terrazas dispuestas en diversos niveles y unidas por escaleras de piedra. La escalera que conducía al mirador de la cima del cerro, uniendo entre sí las terrazas dispuestas a niveles distintos, tenía 520 peldaños tallados en la roca. En esos jardines se cultivaba infinidad de árboles y plantas, cuyas flores adornaban con profusión las jardineras, técnica agrícola hoy desaparecida. El rey poeta prefería como sitio de recreación el bosque del cerro del Tetzcotzinco, en el cual, como carecía de agua, hizo construir un acueducto con altas murallas. Hoy en día. el abandono ha modificado el paisaje y poco a poco la naturaleza se ha apropiado de un sitio sagrado para los reyes de Tetzcoco. Del acueducto que unía a los dos cerros sólo queda su traza, aunque todavía se alcanza a percibir la magnificencia de lo que fue una obra de ingeniería hidráulica única en el mundo prehispánico.

 

Saúl Alcántara Onofre. Arquitecto. UAM-Azcapotzalco. Miembro del Comité Científico Internacional de Paisajes Culturales y Jardines Históricos. ICOMOS-IFLA.

 

Alcántara Onofre, Saúl, “El Jardín de Nezahualcóyotl en el cerro del Tetzcotzinco”, Arqueología Mexicana núm. 58, pp. 52-53.

 

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