Infraestructura de las pirámides

Alejandro Villalobos

Las pirámides: procesos de edificación. Tecnología constructiva mesoamericana

Infraestructura

A las labores de acondicionamiento y conversión del suelo natural en suelo útil les denominamos acciones de infraestructura, en virtud de su posición básica en el contexto constructivo y del inminente papel fundacional que desempeñarán desde la temprana ocupación del sitio, a lo largo de sus modificaciones o ampliaciones y hasta su final abandono.

Selección, liberación de claros en el bosque o la selva (despalme y limpieza), trazo, movimiento de tierras, depósitos y rellenos confinados, encarpetado, guarniciones, contenciones, corazas, compactación y nivelación, sistemas y vías de acceso, circulaciones, conducción de aguas pluviales o drenajes, entre otras muchas acciones colectivas iniciales, conforman el universo de hechos dimensionados por la infraestructura, a lo largo de cuyo ejercicio se ensayan formas tempranas de organización social, distribución de tareas o especialización de un trabajo eminentemente colectivo. Se integran en esta fase identificación, extracción, preformas (desbastado de piedra en las minas), transporte, suministro y colocación de materiales necesarios para la edificación.

No es remota la posibilidad de que tanto materiales de construcción como rellenos de plataformas y pisos hayan procedido del interior de la mancha urbana de un determinado asentamiento; prueba de ello son los cercanos sistemas de cavernas artificiales ubicados al oriente de la Pirámide del Sol en Teotihuacan, las recurrentes excavaciones que amplían los reservorios o grandes aljibes para depósito de agua en sitios del Petén guatemalteco o los todavía visibles afloramientos de roca madre en la Plaza Central de Monte Albán, Oaxaca.

La infraestructura urbana constituye así un indicador concreto de complejidad social; no obstante no ocupa uno de los más importantes capítulos de la investigación y exploración arqueológica de campo; esta situación nada tiene de casual debido a que ocasionalmente transitamos por una superficie sin reparo de las acciones necesarias para su existencia. Generaciones enteras de constructores debieron aplicarse en labores como las señaladas líneas arriba; sin ellos, la edificación de los ejemplares monumentales que señorean el espacio urbano mesoamericano no hubiera sido posible.

 

Alejandro Villalobos. Arqueólogo por la ENAH, arquitecto, maestro en restauración de monumentos y doctor en arquitectura mesoamericana por la UNAM. Especialista en conservación de piedra arqueológica por el Getty Conservation Institute y el ICCROM de la UNESCO. Premio Eduardo Torroja, Madrid; distinción “Universidad Nacional” y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt.

Villalobos, Alejandro, “Las pirámides: procesos de edificación. Tecnología constructiva mesoamericana”, Arqueología Mexicana, núm. 101, pp. 56-63.

Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición digital:

Las pirámides de México. Versión digital.