Juicio inquisitorial (1539-1540)

Xavier Noguez

Pintura de la búsqueda de los bultos de los dioses. Juicio inquisitorial (1539-1540)

Pintura de la búsqueda de los bultos de los dioses

La pintura es un caso excepcional de información gráfica en torno a la búsqueda que promovió fray Juan de Zumárraga, primer obispo de la Nueva España, para localizar –y destruir– los bultos que contenían las imágenes de antiguas deidades patronas, quizá procedentes de más de un señorío o altépetl. Además de la ilustración de los bultos y algunos elementos rituales asociados, también aparecen los personajes indígenas que, supuestamente, estuvieron involucrados en ocultar tan importantes reliquias. Ellos procedían de México-Tenochtitlan, Azcapotzalco-Mexicapan, Tula y Ecatepec. A pesar de las contradicciones que contiene, lo que sabemos del juicio y la pintura se deriva del documento guardado en el Archivo General de la Nación.

Breve historia de la pintura

Sabemos que la pintura acompañó al expediente del juicio inquisitorial en contra de Miguel Tlaylótlac o Pochtecatlaylótlac. Sin embargo, lo que no se menciona es la autoría de dicha pintura. Sabemos que Mateos, un pintor indígena de la ciudad de México, fue quien denunció a Tlaylótlac ante las autoridades españolas, pero no se le adscribe el trabajo. Parece ser que el tlacuilo que produjo estas imágenes debió de haberlas pintado con base en una descripción de alguno de los testigos del juicio. La identificación de las deidades y personajes indígenas supuestamente involucrados en ocultar los valiosos bultos, fue también producto de las declaraciones de alguno de los indígenas llamados por la Inquisición. Incluso, y sólo como una hipótesis, el mismo Tlaylotla pudo haber sido el informante. En la pintura es el único que aparece con los ojos abiertos, para indicar que aún está vivo.

El 20 de junio de 1539, Mateos, un pintor indígena de la ciudad de México, denuncia con cargos de idolatría a Miguel Tlaylótlac (Pochtecatlaylótlac). Se le acusa de ser el custodio de la imagen de Huitzilopochtli, deidad patrona de los mexicas. Y aquí comienzan las averiguaciones de la Inquisición. Fue en ¿1524? cuando se menciona que Hoquicin (Oquitzin), tlatoani de Azcapotzalco- Mexicapan, y Tlilacin (Tlilatzin), “gran principal” –aquí representados en la parte superior izquierda, junto con otros dos personajes secundarios llamados Naueca (¿Nahui Ehecatl?) y Maçatl (Mázatl)–, poseían el bulto de Huitzilopochtli.

Xavier Noguez. Profesor-investigador de El Colegio Mexiquense, dedicado al estudio y publicación de códices coloniales del centro de México.

Noguez, Xavier, “Pintura de la búsqueda de los bultos de los dioses. Juicio inquisitorial (1539-1540)”, Arqueología Mexicana, núm. 141, pp. 12-13.

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