En las dos versiones de la creación del hombre, la primera acción realizada por los dioses después de haber engendrado al ser humano fue introducir comida para alimentarlo. En la Leyenda de los Soles, el maíz fue masticado por los dioses antes de ser puesto en la boca del hombre recién formado. En la Histoire du Mechique, es Xólotl quien se encarga de suministrarlo bajo la forma de “tortillas mojadas”.
A falta de espacio para profundizar más sobre el tema, es fundamental señalar cómo la alusión a la necesidad de preparar el cereal a través de su humedecimiento y masticación, acción que lo ablanda y que es condición imprescindible para moldearlo y para que sea ingerido por el humano, recuerda el proceso de nixtamalización del maíz.
Por otro lado, como ha destacado Declercq (2018), la forma de alimentar a los dioses en el culto mexica, esto es, untando sangre en la boca de las efigies, recordaría precisamente la inversión del acto primordial de poner maíz en la boca del hombre. Por lo anterior, si bien la dieta de los dioses era bastante variada, cabe destacar cómo la sangre y el maíz aparecen, por ende, como las dos sustancias con las que hombres y dioses se alimentan mutuamente, dependiendo los unos de los otros, al tiempo que aparecen nuevamente juntos en el mito de creación del ser humano narrado en los Anales de los Cakchiqueles. Según este relato, los dioses crearon al ser humano mezclando maíz con sangre de danta y de culebra.
Imagen: Una planta de maíz con mazorcas rojas y amarillas crece del cuerpo de una diosa telúrica, al tiempo que recibe la sangre derramada en un acto de autosacrificio. Códice Borgia, lám. 53. Foto: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Elena Mazzetto. Doctora en historia por la Universidad Ca’ Foscari di Venezia y la Université de Paris I Panthéon-Sorbonne. Profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Autora del libro Lieux de culte et parcours cérémoniels dans les fêtes des vingtaines à Mexico Tenochtitlan (Oxford, BAR, 2014), así como de numerosas publicaciones dedicadas a las fiestas de las veintenas mexicas y a la alimentación ritual.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Mazzetto, Elena, “La sangre en los mitos del México antiguo”, Arqueología Mexicana, , núm. 185, p. 26-31.