Un sagrado alimento
La identificación y la temporalidad son cuestiones muy importantes, no obstante, hay otros datos muy interesantes que derivan del estudio de las características de las vasijas positivas para residuos de cacao. Llevan a comprender facetas del almacenamiento, la preparación y el servicio de los productos de cacao, así como interpretaciones de su papel y significado en la sociedad.
Las cerámicas positivas
Las vasijas positivas tienen una diversidad de formas. La forma globular con boca pequeña es apta para el almacenamiento a corto plazo. Un tecomate con soportes que, en campo, se bautizó como “la alcancía” o “la cochinita”, probablemente servía para el almacenamiento a corto plazo. Los cucharones se usaron para hacer las mezclas y batir para obtener la tan apreciada espuma.
Para el servicio de los alimentos hechos con cacao, los recipientes generalmente son de tamaño personal o individual, como cajetes y pequeños vasos; algunos con superficie blanca. Hay un buen número de vasijas de servicio hechas con la arcilla blanca, el caolín. La cerámica caolín fue producida localmente y exportada a otras regiones.
Las vasijas medianas se usaron para servir o para ofrendar. Solamente cinco ejemplares llevan motivos incisos. Dos ejemplares llevan motivos cuyo significado gira en torno a la tierra y el cielo. Uno se creó con cocción diferencial, la cual produjo un aspecto “blanco y negro”. Una vasija negra está adornada con la imagen de un ser sobrenatural. Las pequeñas vasijas blancas con base anular se usaron para ofrendar.
Y, por último, hay un fragmento de cuenco grande decorado con el rostro del Monstruo Cósmico. El ojo es similar al de las representaciones en la escultura de piedra. Este fragmento estaba asociado a un osario con víctimas de sacrificio humano. Como en otros pueblos mesoamericanos, el cacao y el sacrificio humano estaban relacionados con la concepción cósmica del nacimiento, muerte, renacimiento, así como con la legitimación y la autoridad divina.
Cabe señalar que en San Lorenzo no existen las típicas vasijas mayas con vertedera tubular del Preclásico Medio y Tardío.
Imagen: Muestras cerámicas de San Lorenzo que salieron positivas para residuos de cacao. Cerámica modelada con la imagen del Monstruo Cósmico. Foto: Rogelio Santiago. Vaso con engobe blanco del Monstruo Cósmico, cuya boca está formada con el motivo de U invertidas y los ojos con el de U no invertidas. Museo Nacional de Antropología. Foto: Agustín Uzárraga / Raíces.
Ann Cyphers. Doctora en historia por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Especialista en el periodo Preclásico (Formativo) y, en particular, en la civilización olmeca.
Cyphers, Ann. “Un sagrado alimento”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 104, pp. 26-32.