Leyendo los huesos. La bioarqueología en el proyecto del Tren Maya, U lu'umil maaya wíiniko’ob
En un proyecto de infraestructura como el Tren Maya, con sus 1 500 km de longitud y su recorrido por cinco estados de la República Mexicana en los que se desarrolló una civilización tan vasta como compleja, resultaba fundamental pensar en la protección del patrimonio arqueológico, por lo que se planteó la necesidad de formar equipos interdisciplinarios que permitan la recuperación sistemática para la conservación, protección e investigación de este patrimonio, incluidos los restos óseos humanos.
En este contexto, y como lo establece el artículo 28 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, los restos óseos humanos están contemplados como monumentos arqueológicos, y su investigación es esencial para la interpretación de nuestro pasado más lejano hasta el más reciente.
En este sentido, proporcionan una amplia gama de conocimientos significativos tanto de la vida como de la muerte: estados de salud- enfermedad, crecimiento y desarrollo, envejecimiento, parentesco biológico, costumbres sociales y funerarias.
Asimismo, con las técnicas fisicoquímicas actuales, se ha avanzado en la determinación de las prácticas dietéticas, migración y filiación genética, entre otras. Son un registro inequívoco de nuestra historia biológica y cultural, de ahí la importancia de su investigación y conservación.
Por lo anterior, fue indispensable incluir especialistas en antropología física para efectuar la recuperación y el análisis de las osamentas provenientes de los diferentes contextos de excavación a lo largo del eje de trazo del Tren Maya, así como de artefactos realizados en hueso –ya sea humano o no humano– y, finalmente, el resguardo de estos acervos arqueológicos.
Imagen: a) Individuo con modificación cefálica tabular erecta. b) Detalle de incrustación dental elaborada en piedra verde, tipo E1. Entierro 0001996, Estructura 01149, tramo 1. Fotos: Gloria Islas Estrada.
Nancy Gelover Alfaro. Maestra en antropología física por la ENAH. Investigadora de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Responsable del Laboratorio de la Sección de Bioarqueología del Tren Maya, tramo 2.
Gloria Islas Estrada. Licenciada en antropología física por la ENAH. Investigadora del Centro INAH Querétaro. Responsable del Laboratorio de la Sección de Bioarqueología del Tren Maya, tramo 1.
Jorge Arturo Talavera González. Licenciado en antropología física, maestro en arqueología y doctor en etnohistoria por la ENAH. Investigador de la Dirección de Antropología Física y coordinador de la Sección de Bioarqueología de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Coordinador de la Sección de Bioarqueología del Tren Maya.
Gelover Alfaro, Nancy et al., “Leyendo los huesos. La bioarqueología en el proyecto del Tren Maya, U lu'umil maaya wíiniko’ob”, Arqueología Mexicana, núm. 176, pp. 84-89.