Lo sagrado y las vasijas olmecas

Ann Cyphers

Un sagrado alimento

El color de las vasijas positivas

En San Lorenzo destaca la tendencia de usar cerámicas de color blanco, negro y blanco y negro para el servicio de los alimentos con cacao. En cuanto a la muestra estudiada, de las vasijas en color blanco y negro, el 25% tiene restos de cacao; de las de color negro, el 26%, y en las que tienen engobe blanco, más del 55%. En las blancas hechas de arcilla caolín, el 80%. El porcentaje llega a 64% en todas las cerámicas blancas.

Estas proporciones sugieren que el color de las vasijas tuvo algún valor simbólico para los olmecas de San Lorenzo. Para confirmarlo era necesario examinar la asociación de estos colores con otras evidencias.

La primer evidencia es un motivo en las vasijas que se llama “la doble línea interrumpida”, cuya manifestación más sencilla circunda el borde o la base de las vasijas. Posee muchas variantes pero es fácilmente identificable. Este motivo aparece con cierta frecuencia en las cerámicas de color blanco, negro y blanco y negro. La doble línea interrumpida no se presenta en la cerámica de San Lorenzo aunque es relativamente abundante en el Altiplano Central.

Este mismo motivo tiene otro nombre: “corchetes” o las “U invertidas”, cuando las incisiones son más pronunciadas y en algunos casos forman parte de la representación de un ser sagrado. Tanto en San Lorenzo como en el Altiplano se han hallado vasijas decoradas con un ser sobrenatural cuyo maxilar está conformado por este motivo.

Dicho motivo también está representado en el arte monumental de piedra del Preclásico Inferior. En el pequeño trono de Loma del Zapote significa el maxilar del Monstruo Cósmico. Las U invertidas se observan en un gran trono de La Venta, donde la cara del Monstruo está explícitamente representada.

Imagen: Plato negro con el motivo de doble línea interrumpida. Tlatilco. Museo Nacional de Antropología. Foto: Archivo Digital de las Colecciones del MNA, INAH-CANON. Pequeño trono de Loma del Zapote con corchetes grabados en la cubierta, que simbolizan la mandíbula del Monstruo Cósmico. Museo de Antropología de Xalapa. Foto: Rafael Doniz / Raíces.

Ann Cyphers. Doctora en historia por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Especialista en el periodo Preclásico (Formativo) y, en particular, en la civilización olmeca.

Cyphers, Ann. “Un sagrado alimento”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 104, pp. 26-32.