John M. D. Pohl
Los murales de Mitla, únicos en formato como obra de arte, no sólo eran "leídos", también se representaban en ellos relatos históricos y religiosos como la creación del mundo.
Las extraordinarias ruinas de Mitla, Lyobaa en zapoteco, se encuentran a 40 km de la ciudad de Oaxaca. Los cronistas coloniales describen los palacios de Mitla como residencias de nobles y sacerdotes, así como el lugar donde se localizaban tumbas de los gobernantes supremos: los reyes zapotecos de Zaachila, quienes aparecen representados en las pp. 33 a 35 del Códice Nuttall como parientes del gran señor mixteco 8 Venado. Se decía que el palacio del vuijatao, el "gran vidente", considerado como un poderoso sacerdote del oráculo, estuvo dentro del Grupo de las Columnas. El vuijatao salía de su lugar de reclusión durante algún gran festejo o en el funeral de uno de los nobles y bajaba a las ruinas subterráneas, donde entraba en trance y oraba, y "...en este modo de oración perseveraba con visajes disformes, bramidos y movimientos, que tenían a todos los presentes llenos de temor y asombro". Al salir de su trance pronunciaba ante los reyes y reinas reunidos en el patio lo que le habían enseñado los espíritus de sus ancestros.
Las ruinas de Mitla son singulares por conservar una serie de pinturas en los dinteles que se relacionan temática y estilísticamente con los códices en que se da cuenta de la creación del mundo, de épicas heroicas y de más de 25 generaciones de las antiguas familias gobernantes de Oaxaca hasta la llegada de los españoles. Mi hipótesis es que las historias de creación que se muestran en los murales eran invocadas por el oráculo de Mitla cuando se celebraban festejos fúnebres para algún miembro de la realeza. Se conservan cinco fragmentos: cuatro de ellos se encuentran en el Grupo de la Iglesia y el último en el palacio del Grupo del Arroyo. A pesar de estar parcialmente destruidos, tanto por factores naturales como humanos, se conservan suficientes detalles esenciales que nos permiten identificar temas narrativos bien documentados en los códices y en otras fuentes etnohistóricas.
Eduard Seler, investigador pionero, fue el primero en identificar al patriarca tolteca-chichimeca Mixcóatl en el dintel oeste del Grupo de la Iglesia y en señalar semejanzas iconográficas con el Mixcóatl del Códice Borgia. La figura muy dañada que aparece junto a Mixcóatl es, a mi entender, la diosa Itzpapálotl, "mariposa de obsidiana". La iconografía que la identifica incluye garras en los pies y un tocado y banda distintivos. con los que aparece en el Códice Borgia, Mixcóatl fue un héroe cultural principalmente para los pueblos de habla náhuatl que aseguraban que sus ancestros habían nacido en Chicomóztoc, “las siete cuevas”, al noroeste de la Cuenca de México. Cuando Mixcóatl conducía a su pueblo hacia la tierra prometida fueron atacados por el espantoso demonio Itzpapálotl, quien devoró a todos, salvo a Mixcóatl, que se había ocultado. El héroe regresó más tarde, mató al demonio y liberó a sus seguidores; los tolteca- chichimecas quemaron el cuerpo de Itzpapálotl y pintaron con las cenizas sus párpados para celebrar la victoria. Los mixtecos llamaban a los tolteca-chichimecas sami ñuu, “gente de las caras quemadas”.
El señor 1 Flor y la señora 13 Flor
Mi análisis del muro este del Grupo de la Iglesia me lleva a identificar una segunda cosmogonía asociada a los pueblos mixtecos que viven alrededor del valle de Nochixtlán. Según la leyenda, los primeros reyes mixtecos nacieron de árboles que crecían a lo largo de la ribera de los ríos del valle de Apoala, en la Mixteca Alta. Los códices mixtecos señalan que la pareja primordial era específicamente llamada señor 1 Flor y señora 13 Flor. En la p. 40 del Códice Bodley la pareja surge de un río identificado como Apoala por el signo de lugar formado por una mano que sostiene plumas; la misma pareja aparece en las pp. 36 y 35 del Códice Vindobonensis. Al examinar las dos figuras principales del mural este de Mitla vemos que también usan tocados de ave y son representadas como personas que emergen de la tierra, casi de la misma manera que en el Códice Bodley. Si bien los numerales de la izquierda están destruidos, no hay duda que la combinación de la postura, tocado y signo del día identifican a la pareja como la señora 13 Flor y el señor 1 Flor, los progenitores mixtecos de Apoala que aparecen en los códices.
John M.D. Pohl. Doctor por la Universidad de California, Los Ángeles, e investigador en el Fowler Museum of Cultural History. Especialista en historia del arte, arqueología y etnología de nahuas, mixtecos y zapotecos del Posclásico.
Pohl, John M.D., “Los dinteles pintados de Mitla”, Arqueología Mexicana núm. 55, pp. 64-67.
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