Los dioses-números

Alfredo López Austin

Los números

A partir de lo expuesto por Morley y por Thompson, la naturaleza de los dioses números ha sido ampliamente aceptada.

A lo anterior podemos agregar una larguísima lista de figuraciones mayas de los números que forman parte de las unidades temporales. Abundan las figuras de los números como cabezas antropomorfas que indican atributos divinos diferenciales. Así, es posible advertir que el número 4 es el dios solar, el 10 es el dios de la muerte, etc. En otras palabras, entre las varias funciones de algunas divinidades mayas está la de ser dioses-números. Los números también están figurados en cuerpo entero. En esta forma los dos elementos calendáricos de una unidad resaltan estrechamente unidos en un abrazo. Los componentes- números se unen a las diferentes unidades temporales: un día (kin), 20 días (uinal), 360 días (tun), 7 200 días (katún), 144 000 días (baktún). Frente a las formas humanas o humanoides de los números, las unidades del ciclo tun son teratomorfas, como aves fantásticas y sapos.

Un mito muy conocido del Libro de Chilam Balam de Chumayel, “El nacimiento del mes”, tiene números como personajes principales. Muy resumido, el mito habla de un personaje innominado que se caracteriza por haber dejado en un sendero las huellas de sus 20 pies. Otro personaje, Oxlahún-oc, poseedor de 13 pies, combina sus pasos con las huellas anteriores, formando así la composición propia de los 20 días del mes. En realidad, el mito establece las bases combinatorias posibles del ciclo adivinatorio de 260 días. En el mito de Chilam Balam, cada pisada sobre una huella produce una creación particular, pues con el nacimiento del tiempo (en particular del mes) se está dando la formación del mundo (pp. 97-101).

Imagen: Tres números calendáricos antropomorfos de cuerpo entero, resaltados en color azul; respectivamente: 9, 0 y 10. El primero y el segundo corresponden a elementos de una fecha calendárica del ciclo tun, y los acompañan en rojo las representaciones zoomorfas del baktún (ave teratomorfa = 144 000 días) y del uinal (sapo = 20 días). El tercero es una fecha del ciclo adivinatorio de 260 días; el número 10 acompaña al signo ahau (señor), éste en rojo. Estela D de Copán. Digitalización: Raíces.

 

Alfredo López Austin. Doctor en historia. Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

López Austin, Alfredo, “Los números ”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 92, pp. 47-51.