"El adiós y triste queja del gran Calendario Azteca”. El incesante peregrinar de la Piedra del Sol
A la Plaza Mayor
Poco después de la caída del imperio mexica en 1521, la Piedra del Sol sería objeto de un segundo movimiento, pero ahora de unos cuantos cientos de metros y en dirección sur. Por razones que desconocemos, los conquistadores decidieron sacar el pesado monolito de los terrenos que ocupó el recinto sagrado, acarrearlo a todo lo largo de la Plaza Mayor (el actual Zócalo), y dejarlo tirado con el relieve hacia arriba justo al norte de la acequia real y al oeste del palacio virreinal. En ese emplazamiento quedó expuesto durante décadas, tal y como lo mencionan varias fuentes coloniales.
Su enterramiento
La permanencia de la Piedra del Sol en plena vía pública y su tercer movimiento son consignados en la Historia... de fray Diego Durán. El dominico nos dice al respecto:
La una [piedra] de las cuales vimos mucho tiempo en la Plaza Grande, junto a la acequia, donde cotidianamente se hace un mercado, frontero de las casas reales; donde perpetuamente se recogían cantidad de negros a jugar y a cometer otros atroces delitos, matándose unos a otros. De donde, el ilustrísimo y reverendísimo señor don fray Alonso de Montúfar... la mandó enterrar, viendo lo que allí pasaba de males y homicidios, y también a lo que sospecho, fue persuadido la mandase quitar de allí, a causa de que se perdiese la memoria del antiguo sacrificio que allí se hacía (Durán, 1984, vol. 1, p. 100).
En pocas palabras, la Piedra del Sol fue sepultada por la supuesta influencia perniciosa que ejercía en los habitantes de la ciudad. Este curioso hecho aconteció en algún momento entre 1551 y 1572, años que marcan el nombramiento de Montúfar como segundo arzobispo de México y su muerte. Por la manera en que fue redescubierta más de dos siglos después, es claro que Montúfar dispuso enterrar el monolito a una profundidad mínima de la superficie y con el relieve hacia abajo.
Leonardo López Luján. Doctor en arqueología por la Université de Paris X-Nanterre. Director del Proyecto Templo Mayor, INAH. Profesor de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía.
López Luján, Leonardo, “‘El adiós y triste queja del gran Calendario Azteca’. El incesante peregrinar de la Piedra del Sol”, Arqueología Mexicana, núm. 91, pp. 78-83.
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