Serpientes bicéfalas en Mesoamérica
Dentro del complejo mundo de seres serpentinos que se representaron en códices, cerámica, esculturas, relieves, tallas de madera o en diversos elementos arquitectónicos, las imágenes de serpientes de dos cabezas han llamado la atención de los especialistas dedicados al estudio de los animales mesoamericanos.
La presencia de estos ofidios sobrenaturales se puede encontrar en la zona maya, en el estado de Oaxaca y en el Centro de México, principalmente, aunque es difícil precisar si entre estas distintas regiones las serpientes bicéfalas tuvieron el mismo significado. Por ejemplo, en la obra de Sahagún y de sus informantes encontramos la descripción de una serpiente de dos cabezas llamada maquizcóatl que fue considerada, sobre todo, un ofidio de carácter augural pues su presencia infundía temor a la persona que la encontrase.
De acuerdo con el Códice Florentino, maquiztli proviene de la palabra macuextli, que quiere decir “brazalete”, por lo que el nombre maquizcóatl es “serpiente de brazalete” (Florentine Codex, 2012, t. 11, p. 79). Como veremos a continuación, el apelativo deriva directamente de un augurio, un tetzáhuitl, porque si alguien veía a la serpiente se podía realizar un pronóstico.
Señala Sahagún que, al momento de encontrarse con la maquizcóatl, la persona se hacía un brazalete con ella, si la víbora se acomodaba bien en el brazo, entonces era una indicación de que la persona moriría, pero si la víbora no quedaba bien, es decir, si no se ajustaba en el brazo, entonces la persona continuaría con vida (Florentine Codex, 2012, t. 11, p. 79; Dupey García y Olivier, 2014, p. 199).
Imagen: Serpiente maquizcóatl. Códice Florentino, lib. XI, cap. 5, f. 82r. Foto: BNAH.
Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el Ciesas-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Hermann Lejarazu, Manuel A., “Serpientes bicéfalas en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana, núm. 182, pp. 80-81.