La técnica de fundición a la cera perdida
Los materiales
El material usado para fabricar los moldes, normalmente una mezcla de arcilla con desgrasantes y carbón, debe reunir un conjunto de propiedades que faciliten o hagan posible el vaciado. Estas propiedades incluyen, por ejemplo, no torcerse o fracturarse durante el secado o en contacto con el metal caliente y dejar pasar los gases atrapados en el molde; al mismo tiempo, éste debe ser muy fino para poder reproducir los detalles de la superficie del modelo. Para lograr esto es probable que se hayan utilizado diferentes capas de arcillas en los moldes. La cera para formar el modelo debe también presentar determinadas propiedades. Por ejemplo, una baja pegajosidad, la plasticidad adecuada para ser modelada y la dureza necesaria para no deformarse una vez elaborado el modelo. De acuerdo con los informantes de Sahagún, una mezcla de cera de abeja y copal blanco resultaba práctica.
Los moldes
El diseño del molde, cuyo sistema de alimentación consiste en un embudo y un bebedero, es de gran importancia para el éxito del proceso de vaciado. Los pocos moldes que se han encontrado en contextos arqueológicos del mundo americano prehispánico parecen indicar que no se utilizaron respiraderos. Eso conlleva el riesgo de que el aire que llena el interior del molde o que se libera del metal al solidificarse (un problema más grave con el cobre puro) puede quedar atrapado y evitar el llenado completo, lo que produciría objetos con faltantes. Entonces, el detallado conocimiento, el buen manejo de los materiales usados para construir los moldes y la ejecución perfecta del proceso de vaciado eran cruciales para asegurar objetos completos.
Niklas Schulze. Doctor en antropología con especialidad en arqueología por la UNAM. Sus campos de trabajo son el análisis de los materiales arqueológicos y el estudio del patrimonio cultural. Trabaja como profesor-investigador en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Schulze, Niklas, “La técnica de fundición a la cera perdida”, Arqueología Mexicana, núm. 144, pp. 31-35.
Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestras ediciones impresa o digital: