Página 2. Tonalámatl de los pochtecas (Códice Fejérváry-Mayer)

Miguel León-Portilla

Integran la segunda  sección las páginas 2. 3 y 4 de este códice. En ellas reaparecen, de mayor tamaño, los mismos nueve dioses presentes en los distintos rumbos del mundo, según la imagen incluida en la página l. Como ya se indicó esos dioses son precisamente los que, gracias a varias fuentes de la tradición indígena, se conocen como Yohualteteuctin, Señores de la noche, y también como “Acompañantes nocturnos”.

La descripción de cada una de estas deidades,  según se representan en esta página 2 y siguientes, presupone, por tanto, conocer la significación de este grupo de Señores de la noche. Antes que otra cosa, importa destacar que, así como en la página 1 se hicieron presentes en los distintos rumbos del universo, también desempeñan un primordial papel en el contexto del tonalpohualli o ciclo astro lógico de 260 días.

En la primera columna de esta página, de derecha a izquierda, se muestra a Xiuhtecuhtli. En una mano lleva un manojo de dardos, en la otra una especie de receptáculo con plumas de ave quetzal. El signo calendárico de cipactli, “lagarto”, indica que es un asociado. Junto al pie derecho, descansando sobre una cabeza con rasgos de ofidio-saurio, símbolo de la Tierra, hay una ofrenda de haces de leña y una bola de hule, de la que sale una pluma de quetzal, “ofrenda preciosa”. Debajo de la figura de Xiuhtecuhtli aparece un corazón vuelto hacia arriba del que salen dos colas de serpiente, una púa o punzón de sacrificio y una voluta. ¿Es una indicación del ritual sagrado que implicaba el sacrificio, la ne-yol-nonotzaliztli, “invocación salida del corazón”. Abajo del corazón hay un rectángulo con una figura humana que mira hacia arriba. En su boca tiene pintada una flor blanca, semejante a la de algunas deidades, que se conoce como motenmacpalhuític, “impresión de una mano”. Dentro del rectángulo se mira un glifo no identificado, posiblemente un atado de papel.

En la segunda columna aparece el dios Itztli, “Cuchillo de pedernal”, desempeñando el papel de segundo señor de la noche. El signo de ehécatl, “viento”, arriba del dios, indica que éste es su asociado. Al igual que Xiuhtecuhtli, “Señor del fuego”, lleva Itztli un haz de dardos, un receptáculo con pluma. Entre sus atavíos destaca el anillo-pectoral característico de Tezcatlipoca, deidad de la que Itztli es un título. De hecho en la página 14 del Códice Borgia, en la que se representan asimismo los nueve señores de la noche, como segundo de éstos, se mira a Tezcatlipoca. Tanto allí, como en esta página, se nos muestra en un ohtlamáxac, “encrucijada”. Aquí esta aparece dos veces. Sobre una de ellas se yergue el dios, con uno de sus pies metido en un cuchillo de pedernal (itztli) que asume el aspecto de un rostro. Debajo de la figura del dios se halla la otra encrucijada, roja y azul. En medio de ésta hay una ofrenda de haces de leña, de la que afloran dos plumas y otras tantas púas de maguey. Un roedor está mordiendo la leña. En la parte inferior de esta misma columna yace un hombre que ha sido sacrificado.

Finalmente, en la columna de la extrema izquierda, se representa a1 tercer Señor de la noche, Tonatiuh-Piltzintecuhtli, e l Sol joven. Su rostro y cuerpo están pintados de amarillo. Su pectoral se asemeja al de Xiuhtecuhtli. Como éste y como ltztli, lleva en sus manos un haz de flechas y un recipiente con plumas. Sobre él está el signo de calli, “casa”, del que es acompañado. Su pie derecho se aproxima a una cabeza, como la que aparece junto a Xiuhtecuhtli. del ofidio-saurio, símbolo de la Tierra. También hay sobre ella la ofrenda de haz de leña y la bola de hule con una pluma de quetzal.

 

Miguel León-Portilla (1926-2019). Doctor en filosofía por la UNAM. Miembro de las academias mexicanas de la Historia y de la Lengua, del Colegio Nacional y de la National Academy of Sciences, E.U.A. Autor de numerosas publicaciones y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Miembro del Comité Científico-Editorial de esta revista.

Tomado de Miguel León-Portilla, “Página 2”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 18, pp. 22-23.