Gabrielle Vail
Se sabe desde tiempo atrás que los códices mayas contienen importante información sobre los rituales, la astronomía y la adivinación. Abordamos ahora un nuevo nivel de significado, que vincula el mundo maya del Posclásico con las hazañas y proezas de divinidades y seres sobrenaturales, que se remontan al principio de los tiempos.
Las escenas mitológicas son un elemento común en la cerámica pintada maya del periodo Clásico Tardío (ca. 600-900 d.C.); de igual manera, al esculpir inscripciones en los monumentos, los escribas del Clásico asociaban con frecuencia acontecimientos contemporáneos, como el ascenso de un gobernante, con otros similares de los tiempos míticos, en los cuales participaron las deidades patronas del sitio.
Se sabe menos sobre el contenido mítico de los códices mayas, libros de papel, plegados y pintados en corteza de amate. Todos los códices mayas que se conservaron corresponden al Posclásico Tardío, y muy probablemente son uno o dos siglos anteriores a la conquista española de la península de Yucatán, que comenzó a principios del siglo XVI. Aunque en casi todos los almanaques y tablas de cómputo mayas vemos imágenes de seres que pueden identificarse textualmente como alguna deidad o k’uh, se ha prestado poca atención a los componentes probablemente míticos de esos códices. Esto resulta extraño, dado que hay numerosas referencias a la fecha 4 ahaw, 8 kumk’u, que corresponde a agosto de 3114 a.C., y es también la fecha mitológica con la cual comienza el ciclo de cuenta larga del calendario que aún rige. Varias generaciones de investigadores han interpretado esas referencias como puramente calendáricas, utilizadas para calcular las fechas que caen en el tiempo histórico que corresponde a los escribas que realizaron esas obras, en lugar de atribuirles un significado mitológico.
Desde hace mucho tiempo se ha reconocido, sin embargo, que los códices tuvieron usos diversos, por ejemplo, adivinatorios, para planear actividades de subsistencia y las ceremonias asociadas a ellas, para consignar fenómenos astrológicos. Desde principios del siglo XX se reconoció que los almanaques tenían un enfoque claramente ritual o ceremonial; se advierte en ellos un buen número de elementos distintivos: la presentación de ofrendas, la quema de incienso, el uso de parafernalia ritual –sonajas y bastones– y el sacrificio –sangrado de las orejas, lengua y genitales incluidos.
Vail, Gabrielle, “El tiempo mítico en los códices mayas”, Arqueología Mexicana núm. 118, pp. 56-63.
• Gabrielle Vail. Doctora en antropología por la Universidad de Tulane e investigadora titular del New College de Florida, sede Sarasota. Sus investigaciones se centran en los aspectos astronómico, ritual y mitológico de los códices mayas y lo que dichas fuentes nos brindan para entender la religión y forma de vida de las culturas mayas de Yucatán en el Posclásico Tardío. Ha reunido una base de datos sobre los códices mayas que puede consultarse en la red: www.mayacodices.org
Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar: http://raices.com.mx/tienda/revistas-el-calendario-maya-AM118