Las andanzas de la pierna de un rey indiano. La biografía cultural de un instrumento musical mixteco

Davide Domenici

Investigaciones recientes han permitido reconstruir de manera detallada la larga historia, o biografía cultural, de un instrumento musical mesoamericano hoy preservado en el Museo Nazionale Preistorico Etnografico Pigorini de Roma, Italia.

 

Los nuevos datos indican que el idiófono de fricción, del tipo que los nahuas llamaban omichicahuaztli, fue localizado en el reino mixteco de Tututepec hacia la mitad del siglo XVI y de allí llevado a Italia. En este país el artefacto pasó por varias colecciones, estuvo en manos de personajes destacados como el cardenal Flavio Chigi o el Papa Benedicto XIV, viajando entre Bolonia y Roma, donde hoy se conserva todavía. En sus largas andanzas el objeto ha sido blanco de preguntas e interpretaciones que han quedado registradas en noticias históricas, inventarios y publicaciones, en los que se reflejan las cambiantes perspectivas sobre la otredad cultural que caracterizaron los diferentes periodos históricos desde el siglo XVI hasta nuestros días.

 

Objetos viajeros

Los objetos, como bien sabe cualquier arqueólogo, tienen la capacidad de atravesar el tiempo. Si en la mayoría de los casos los antiguos artefactos mesoamericanos quedaron protegidos por capas de tierra hasta que los arqueólogos los sacaron a la luz, a veces sus biografías culturales son más ajetreadas. Es éste el caso de aquellos objetos que fueron localizados en la primera etapa colonial, que pasaron luego de mano en mano, por varias colecciones, y llegaron –por cierto, en muy contadas ocasiones– hasta hoy en día; sin embargo, la mayoría de las veces, la memoria de sus andanzas se pierde por completo o nos llega en fragmentos, y sólo algunas etapas de su vida se registran en la documentación histórica. La que presentamos aquí es, en cambio, la historia inusualmente completa y detallada de un instrumento musical mixteco cuya larga “vida social” se ha desarrollado por siglos en la lejana Italia. Aquí se le menciona en documentos e inventarios que permiten reconstruir tanto su biografía cultural como las preguntas e interpretaciones que el instrumento generó en las mentes de aquellos que tuvieron la oportunidad de observarlo, estudiarlo, clasificarlo y exponerlo.

 

Un instrumento que fortalece

El instrumento musical en cuestión es un idiófono de fricción realizado con el fémur izquierdo de un hombre adulto y hoy preservado en el Museo Nazionale Preistorico Etnografico “Luigi Pigorini” de Roma, donde se registra con el número de inventario MNPE n. 4290. Gracias a los análisis tafónomicos rea lizados por Valeria Bellomia y el equipo de los laboratorios científicos del Museo Pigorini, así como al análisis malacológico llevado a cabo por Adrián Velázquez Castro y sus colegas del Museo de Templo Mayor, INAH , sabemos que después de la eliminación de los tejidos blandos y del corte de la epífisis distal, en la cara anterior del fémur se hicieron 19 muescas, cuatro de las cuales eran suficientemente profundas como para llegar a la cavidad medular; la cabeza del fémur fue cubierta por una capa de material resinoso que sirvió como pegamento para un mosaico de teselas de Spondylus  y obsidiana, del cual quedan restos diminutos. En algún momento se realizó una perforación circular cerca del extremo distal del instrumento, el cual está todavía asociado a un caracol del género Oliva  sp. que se utilizó para frotarlo sobre las muescas para producir el sonido; el caracol presenta un corte horizontal hacia su ápice. Las intensas huellas de uso, tanto en el fémur como en el caracol, indican que el instrumento fue repetidamente utilizado en el pasado.

Este tipo de instrumentos musicales, que los nahuas llamaron omichicahuaztli , es bien conocido y con base en datos históricos y arqueológicos sabemos que se tocaban en ocasiones rituales relacionadas con la guerra, el sacrificio, las exequias de guerreros y el culto a los antepasados. El término nahua significa “chicahuaztli  de hueso”, y chicahuaztli es el nombre de una amplia categoría de sonajas de diferentes tipos, derivada del verbo chicahua , “fortalecer”, “hacerse fuerte”, que parece aludir a la capacidad de las sonajas para infundir fuerza o energía.

 

Davide Domenici. Investigador en el Departamento de Historia y Culturas de la Universidad de Bolonia, Italia. Ha sido director del Proyecto Arqueológico Río La Venta, Chiapas, y dirige un proyecto en Cahokia, Illinois, Estados Unidos. Se especializa en el análisis de prácticas rituales en cuevas, así como en el estudio de la historia y materialidad de códices y objetos mesoamericanos en Europa.

 

Domenici, Davide, “Las andanzas de la pierna de un rey indiano. La biografía cultural de un instrumento musical mixteco”, Arqueología Mexicana núm. 145, pp. 80-83.

 

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