En 1991 le solicité a Eduardo Matos Moctezuma incorporarme al Proyecto Templo Mayor para estudiar las plantas que se utilizaban en ofrendas en el recinto sagrado. Se buscaba identificarlas y establecer la forma en que se aprovechaban, su origen – agrícola o de recolección– y su ecología. Su aceptación llevó mi quehacer académico a la fascinante labor de recuperar e identificar los restos arqueobotánicos del Templo Mayor. Apliqué métodos específicos y obtuve de los sedimentos de las ofrendas diversas semillas, resinas, fibras, textiles y espinas, entre otros elementos, cuya identificación logré comparándolos con materiales del herbario de la colección arqueobotánica del INAH y apoyándome en la literatura especializada.
A lo largo de 23 años he registrado más de 70 plantas distintas depositadas en las ofrendas del Templo Mayor, ya sean cultivadas o de recolección, o utilizadas con fines ceremoniales, alimenticios o medicinales. Procedían de ambientes lacustres y de bosques templados de la región, y había además múltiples especies producto del tributo o del comercio. A partir de 1991 he elaborado 60 reportes técnico-académicos referentes a las ofrendas localizadas por el Proyecto Templo Mayor y el Programa de Arqueología Urbana. Gracias a estos estudios he logrado definir las diferentes especies ofrendadas por los mexicas, entre ellas copal, maguey, ahuehuete y semillas como quelite, epazote, chía, calabaza y yauhtli o pericón. También he identificado el uso ritual de plantas comestibles como frijol, jitomate, chile y ocasionalmente maíz. También se ha encontrado algodón, papel amate, tecomates, artefactos de madera, principalmente de pino, y biznagas.
Aurora Montúfar López. Bióloga y doctora en ciencias, especializada en arqueobotánica. Investigadora en la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, INAH.
Montúfar López, Aurora, “La arqueobotánica del Templo Mayor”, Arqueología Mexicana, edición especial, número 56, p. 81.