Centro de México

Frances Berdan Centro de México

Llamaremos Centro de México al área que incluía, antes de la llegada de los españoles, la Cuenca de México, el valle de Puebla-Tlaxcala –cuyo límite hacia el norte es Tula–, el valle de Toluca hacia el poniente y Cuauhnáhuac (hoy Morelos) hacia el sur. Se trata de una región con diversidad ecológica, gran crecimiento demográfico, variedad étnica y lingüística, poderosas ciudades-Estado e intensas rivalidades políticas.

El Centro de México en el Posclásico

Durante el Posclásico (ca. 950-1521) encontramos en el centro del país gran vitalidad política y efervescencia cultural; Tula, en el norte, dominó gran parte de la región alrededor de 950-1175. Durante el lapso que media entre la caída de Tula y el florecimiento del imperio mexica a principios del siglo XV, la región se fragmentó en ciudades-Estado autónomas o incorporadas a estados conquistadores. También fue entonces cuando llegaron desde el norte numerosos grupos de migrantes para vivir junto a los pueblos allí asentados o con ellos. Los últimos en llegar fueron los mexicas (frecuentemente llamados aztecas), que se establecieron en Tenochtitlan en 1325. En 1428 los mexicas formaron la Triple Alianza con los acolhuas de Texcoco y los tepanecas de Tlacopan, con el fin de tener dominio militar y político sobre los vecinos, fueran de lugares próximos o distantes. Lo lograron, aunque algunos pueblos quedaron fuera de las redes imperiales, como Tlaxcala, Huexotzingo y Cholula.

Cuando llegaron los españoles, el Centro de México se encontraba densamente poblado y el número de habitantes crecía aceleradamente. Era una región de agricultura intensiva, con centros urbanos cosmopolitas, comercio abundante y jerarquías sociales complejas que incluyeron desde reyes hasta esclavos. Hubo también diversidad étnica y lingüística; vivían aquí los pueblos nahua, otomí, matlatzinca, mazahua y popoluca. La Triple Alianza dominó a casi todas las demás ciudades-Estado del Centro de México por medio de la conquista o de las alianzas, excepto a Tlaxcala, Huexotzinco y Cholula, que permanecieron independientes y entablaron frecuentes guerras contra la Triple Alianza. A pesar del dominio imperial, el clima político era aún volátil, incierto y difícil.

Descripción general

El Centro de México fue una región con zonas ecológicas diversas y ricas. Densamente poblada y políticamente poderosa, la Cuenca de México abarcaba casi 7 500 km cuadrados a una altura promedio de 2 250 msnm. Una extensa red de lagos dominaba la cuenca; lomas inclinadas y aluviales se extendían desde los lagos hasta las montañas, que se encumbraban hacia el este hasta las cimas del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl (a 5 426 y 5 230 msnm, respectivamente). Hacia el poniente y el este de la cuenca había planicies de altura y aluviales y laderas hacia el Valle de Puebla (2 100 msnm) y el Valle de Toluca (2 600 msnm). Hacia el norte hubo un paisaje más seco con macizos de cerros bajos. Hacia el sur, el Valle de Morelos, mil metros por debajo de la Cuenca de México, tenía un paisaje montañoso y gozaba de un clima más cálido y húmedo.

Estos microclimas brindaron recursos y posibilidades de uso diferentes. En la Cuenca de México, los mexicas y sus vecinos transformaron los lagos nacidos de manantiales en campos de cultivo intensivo o chinampas. Las planicies aluviales permitieron la agricultura de riego; las laderas de las montañas proporcionaron maderas para la  construcción y para el uso cotidiano. Los lagos mismos y sus peces atrajeron a habitantes en busca de comestibles y a millones de aves migratorias; fueron, además, fuentes de sal. Las fértiles planicies aluviales de las tierras altas también permitieron una producción agrícola constante.

 

Frances Berdan. Doctora en antropología por la Universidad de Texas, sede en Austin. Es profesora emérita de la Universidad Estatal de California, sede San Bernardino, y se especializa en cultura, economía e historia aztecas.

 

Berdan Frances, “Centro de México”, Arqueología Mexicana, núm. 160, pp. 64-70.