Página 60 (Escriba 3). Profecías del k’atuun 11 ajaw
Se trata de la última página del anverso del manuscrito. Su tema es único dentro del códice, pues sólo hallamos una temática semejante en las primeras páginas del Códice de París. Está dividida en dos secciones y en ella el escriba 3 revela que su mano tiene una fuerte influencia del estilo “internacional” y conceptual del Posclásico Tardío, denominado Mixteca-Puebla. El tema tiene que ver con los pronósticos de los k’atuunes, periodos de 7 200 días que se componen de 20 años de 360 días cada uno. Durante el Posclásico y la época novohispana, los mayas usaron con profusión el ciclo de los 13 k’atunes (256.26 años) como sistema para registrar los sucesos acaecidos y derivar conclusiones proféticas cuando vuelva a repetirse un k’atuun que llevara el mismo nombre. La cuenta comenzaba con el k’atuun 11 ajaw, pero 7 200 días después se llegaba al k’atuun 9 ajaw; 7 200 días más tarde al 7 ajaw, al 5 ajaw, al 3 ajaw, al 1 ajaw, al 12 ajaw, al 10 ajaw, y así sucesivamente. De tal modo que varios mayistas han llegado a sospechar que esta página del Dresde es apenas la primera de un largo capítulo, hoy perdido, que pudo haber contenido 13 páginas, una por cada k’atuun.
Sección a. Comienza en su parte superior por un texto jeroglífico que se ubica en los momentos primordiales de la creación, el 13 de agosto de 3114 a.C. Una parte del texto luce sobre fondo verde, quizá para indicar su pertenencia a un tiempo primigenio: [4 ajaw 8 bix]o’hl –aj Itzam K’an Ak ukabjiiy Tz’at Tuba[’] Chaak Bolon Ookte’ … yaj winik, k’as(?) k’in, tok’ pakal Itzam Uch, ‘[en] <4 ahau 8 cumku> Itzam K’an Ak fue…, ya lo habían supervisado Tz’at Tuba’ Chaak [y] Bolon Ookte’ …hombres heridos, día ruin(?), es el escudo y el pedernal de Itzam Uch’. El verbo de toda esta larga frase está borrado, aunque no sería imposible que se tratara de una acción de guerra, en virtud de la temática de la escena y del resto del texto. Una advocación poco conocida del dios de la lluvia opera como agente de este pasaje: Tz’at Tuba’ Chaak, ‘Chaak es Astuto por sí Solo’, mientras que Bolon Ookte’, ‘Nueve Pies de Palo’, es un conocido dios de la guerra quien también estuvo activo durante la creación del mundo, como se observa en una vasija del siglo VIII conocida como Vaso de los Siete Dioses (vaso K2796 del archivo fotográfico de Justin Kerr).
La escena es una imagen de guerra donde participan tres dioses con estilo centromexicano; sus cuerpos no tienen color y sólo están dibujados a línea, lo que contrasta con el pigmento rojo intenso del fondo, que recuerda la sangre. Los dos personajes que avanzan de derecha a izquierda portan saetas y lanzadardos. Creo que el personaje central debe ser Bolon Ookte’. La víctima amenazada aparece a la izquierda, usa un caparazón de tortuga y debe tratarse de Itzam Uch, ‘Zarigüeya Itzam’, quien ya había aparecido en la tabla de eclipses, una advocación del dios terrestre Ba’kaab, Mam o Pawahtuun. El texto menciona las armas de Itzam Uch a través del difrasismo tok’-pakal, ‘pedernal-escudo’. La posición corporal de los personajes, en forma de letra griega l (lambda), con las piernas abiertas en ángulo o tijera, es un rasgo diagnóstico del estilo “internacional” del Posclásico. Hay al menos un numeral negro 3 pintado en la parte superior de la escena. Su significado es desconocido.
Debajo encontramos la imagen de un venado exhausto, que puede simbolizar el Sol, la sequía o las presas tomadas en la guerra/cacería. A su lado hallamos un bulto o fardo, que adopta la figura del jeroglífico joy, ‘envolver’. No creo que sea coincidencia que en el mencionado Vaso de los Siete Dioses, que se refiere a la misma fecha mítica, también aparezcan bultos que contienen las fuerzas de la guerra.
Erik Velásquez García. Doctor en historia del arte por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde imparte asignaturas sobre arte prehispánico y epigrafía maya. Investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, especialista en arte y escritura jeroglífica maya. Forma parte del equipo de profesores de los Maya Meetings de la Universidad de Texas, Austin.
Tomado de Erik Velásquez García, “Página 4 (Escriba 2). Almanaques misceláneos, serie II”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 67, pp. 78-79.