¿Tenían los mayas un dios del viento?
Ik’, el “viento”
Entre los mayas, así como en el resto de Mesoamérica, en el ciclo de 260 días de carácter adivinatorio, el segundo día de la veintena es el “viento”, ik’, y como López Austin ha señalado, los días son dioses-tiempo. En el Chilam Balam de Chumayel, el viento fue creado en un día ik’, inmediatamente después de la creación del día imix, la tierra, y añade el texto “que no hay muerte dentro de él”. Ik’ es, asimismo, un logograma que se expresa como “T” e implica, según el Calepino de Motul, no sólo “viento”, “aire”, como fenómeno meteorológico, sino también “espíritu”, “vida”, “aliento”, “soplo”, “hálito”, “fuerza”; es quizá, siguiendo a Velásquez García (2009), la manifestación gaseosa de una compleja entidad anímica que fluía por todo el cuerpo, la cual quizá se concentraba en el corazón.
Ik’ puede darle el nombre a una deidad; como ejemplo está la figura antropomorfa que figura en la cerámica policroma llamada “vasija de los ochenta y ocho glifos” (K1440), del Clásico Tardío, en la que se mezclan eventos históricos y míticos. Se relata el ascenso al trono por parte del gobernante B’ahlam Te’, de la dinastía Nim Li Punit, de Belice, además de su sometimiento a un ritual en un sitio llamado el “Lugar Oscuro de Transformación”. Aquellos que sancionan su investidura visten un elegante atavío y portan un gran medallón con el signo ik’; uno de ellos, señala Bernal García, es Ik’ Kuh, “dios del viento”, y el otro Palaw K’uh, “dios del océano” o de los “manantiales”. Durante el Clásico Terminal, en los grandes mascarones zoomorfos que constituyen la entrada principal de algunos edificios de Río Bec y Chenes, la criatura que personifica a la tierra muestra la boca abierta y el maxilar superior asume la forma de ik’, y sus incisivos replican el mismo signo. Se trataría de la tierra que abre sus fauces para expeler un aliento cargado de fertilidad inframundana, que da vida a los seres sobre la superficie terrestre.
Imagen: La deidad identificada como dios del viento, que tiene un gran pectoral con el logograma de ik’, golpea con una rama al personaje hincado frente a él como parte de su ritual de iniciación para ascender al poder. Vaso K1440. Foto: ©Justin Jerr K1440.
Martha Ilia Nájera Coronado. Doctora en historia por la UNAM, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas y profesora del posgrado en estudios mesoamericanos. Especialista en religión maya
Nájera Coronado, Martha Ilia , “¿Tenían los mayas un dios del viento?”, Arqueología Mexicana, núm. 152, pp. 60-67.
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