Considerado por algún tiempo como un libro proveniente de China, el Códice Cospi fue un regalo personal del conde Valerio Zani al marqués Ferdinando Cospi en 1665. Al parecer, en algún momento antes de obsequiar el manuscrito, el conde se dio cuenta de que el códice era en realidad de origen mexicano, por lo que corrigió la inscripción sobre la portada de pergamino que cubre al códice con la frase: “Libro del Messico”, borrando la anterior que decía “Libro de la China”.
No es de extrañar que anteriormente se tuviera a los manuscritos mesoamericanos por libros de las Indias Orientales o libros egipcios, como ocurrió con el Códice Laud, pues durante los siglos XVI y XVII llegaban comúnmente a manos europeas objetos procedentes de los más diversos confines del mundo, de África, Asia o América, y en muchas ocasiones se había llegado a perder cualquier información sobre su verdadero lugar de origen.
Hoy en día, el lugar de origen y la época de manufactura del Códice Cospi es materia de debate entre los diversos especialistas. El Cospi forma parte del denominado grupo Borgia (integrado por los códices Borgia, Vaticano B, Fejérváry-Mayer, Laud y Cospi), cuya filiación o procedencia ha sido atribuida a diferentes regiones, tales como la zona de Puebla-Tlaxcala, la costa central de Veracruz, el valle de Tehuacán, el norte del estado de Oaxaca o la Mixteca.
Hermann Lejarazu, Manuel A., “Códice Cospi”, Arqueología Mexicana, núm. 103, pp. 16-17.
Manuel A. Hermann Lejarazu. Doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigador en el Ciesas-D.F. Se especializa en el análisis de códices y documentos de la Mixteca, así como en historia prehispánica y colonial de la región. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
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