Maíz y tubérculos
Hasta ahora, el maíz se ha considerado como el cultivo básico de Mesoamérica desde periodos muy tempranos, sin embargo, estudios recientes han mostrado que no fue así en el sitio olmeca de San Lorenzo, Veracruz. La evidencia proviene de excavaciones arqueológicas en ese sitio en las cuales se recuperaron restos botánicos de áreas domésticas, ceremoniales y productivas.
Se analizaron las muestras con tres técnicas arqueobotánicas, un proceso de triple verificación que incrementó la confiabilidad de los resultados sobre la alimentación olmeca. Estas técnicas permiten identificar la planta que dio origen a los restos botánicos distintivos.
Estas técnicas incluyen, en primer lugar, el análisis de macrorrestos, los cuales se pueden observar a simple vista como semillas, frutos y maderas generalmente carbonizados. Segundo, la palinología, que aborda el estudio de los granos microscópicos de polen (por ejemplo, el gameto masculino de las flores); al degradarse la materia orgánica que los forma (llamada intina), queda la capa externa que los protege (llamada exina), la cual puede depositarse en el suelo.
Y, tercero, el análisis de fitolitos, que identifica las plantas por medio de un vestigio microscópico muy particular: las distintas partículas mineralizadas que se forman en las células epidérmicas de hojas, tallos y frutos, a consecuencia de la precipitación de sílice que las plantas absorben con el agua. Estas partículas se depositan en el suelo después de la muerte y desintegración de la planta y se conservan bien a lo largo de los milenios.
Imagen: Yuca. Fitolitos de Manihot sp. (yuca). Fotos: Judith Zurita Noguera.
Judith Zurita Noguera. Laboratorio de Fitolitos del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam. Arqueóloga por la enah. Maestría en artes, antropología y candidato a doctor, University of Illinois at Urbana-Champaign.
Zurita Noguera, Judith, “Maíz y tubérculos”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 104, pp. 24-25.