Mitos e historias de la fundación de Mexico-Tenochtitlan: el altépetl

Alfredo López Austin y Baltazar Brito G.

Aparentemente la historia de la ciudad de México se inició con un milagro, preludio del establecimiento de varios grupos de migrantes en los islotes occidentales del Lago de Texcoco. Suele suceder en la historia del mundo que los milagros cobijen compromisos entre partes. El prodigio mexica no fue la excepción. Aludía a dos pactos, religioso uno, político el otro, ambos tan unidos que era imposible separarlos. El arribo, señalado por el milagro, sellaba de nuevo el compromiso entre las partes, y en esta forma nacía el altépetl.

La palabra altépetl significa pueblo, villa, ciudad. Sin embargo, fray Alonso de Molina traduce “pueblo o rey”. Además, la composición del término indica “cerro-agua”. Lo anterior hace necesaria una explicación, y con ella volvemos a la idea del pacto. Toda fundación se hace en el centro del mundo. Ahí se eleva –invisible en su dimensión cósmica– el Monte Sagrado, que con el milagro se hace la casa del dios patrono. El numen se establece en su nuevo hogar como benefactor de su gente, y su monte, hueco, contendrá como inmenso recipiente los tesoros más preciados, entre ellos el agua. El milagro fundacional coloca todo en su lugar debido y a partir de él se cuenta la historia terrenal del pueblo. ¿Y el rey, por qué se atribuye el nombre de altépetl?  Son universales la vanidad y la justificación de los reyes al creerse encarnaciones del poder divino.

Nota: Este texto fue elaborado en 2008 y no se publicó por causas ajenas a los autores. Agradecemos la oportunidad de ponerlo ahora al alcance de nuestros lectores. (La palabra Mexico no debe acentuarse cuando se refiera al nombre de la antigua ciudad, ya que se pronuncia Me-shí-co).

Alfredo López Austin ✞ (1936-2021). Investigador emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Baltazar Brito Guadarrama. Doctorando de estudios mesoamericanos, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México.

Tomado de Alfredo López Austin y Baltazar Brito G., “La antigua crónica. Mitos e historias de la fundación de Mexico-Tenochtitlan”, en Arqueología Mexicana, núm. 188, pp. 72-79.