Arqueobotánica del centro ceremonial de Tenochtitlan

Aurora Montúfar López

El estudio de los vestigios vegetales encontrados en las exploraciones del Templo Mayor ha proporcionado valiosa información sobre las condiciones ambientales en que se desarrolló la antigua Tenochtitlan y sobre el conocimiento que sus habitantes tenían de los recursos naturales y la manera en que
los aprovechaban.

Todo tipo de investigación botánica en la arqueología, esto es, la arqueobotánica, se basa en la identificación se basa en la identificación taxonómica precisa de los materiales de origen vegetal (polen, semillas, madera) hallados entre los sedimentos arqueológicos. Para ello, en la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH existen las colecciones de comparación respectivas: Palinoteca, Colección Arqueobotánica (macrorrestos) y Xiloteca, las cuales contienen elementos de importantes plantas característica!. de los diversos tipos de vegetación de México.

Así, el registro y la identificación taxonómica del polen, de las fracciones de semillas, de las flores, de la madera, etc., son testimonio de las planta que formaban parte del paisaje e indican el probable origen de su aporte, natural o cultural, en el sitio arqueológico en estudio; además, sustentan la información sobre las condiciones ambientales particulares en las que se desarrollaron y, sobre todo, son evidencia del conocimiento que el hombre tenía de los recursos naturales de su entorno y de la manera de aprovecharlos e incluso pueden representar productos que eran objeto de intercambio o tributo de lugares lejanos.

Gracias a la arqueobotánica podemos definir, en ocasiones con base en la importancia etnobotánico actual, las plantas que sirvieron como alimento, como leña, como materiales de construcción, las que se utilizaron en la medicina, en la elaboración de textiles y en cestería, las plantas de uso ceremonial y. desde luego, aquellas que reflejan prácticas de cultivo, entre otros satisfactores, sin soslayar su significado ecológico.

 

Botánica del centro histórico

A partir de los materiales descubiertos en el marco del Proyecto Templo Mayor del Programa de Arqueología Urbana, actual mente se llevan a cabo investigaciones arqueobotánicas de los macrorrestos destinadas a la identificación y estudio de los elementos botánicos (frutos, flores, fibras, carbón, resinas, madera, espinas, cúpulas de o lotes y, principalmente, semillas) encontrados entre los sedimentos del subsuelo del centro histórico de la ciudad de México, en particular en el substrato sedimentológico bajo la Catedral metropolitana, el edificio Ajaracas (esquina de las calles de Guatemala y Argentina) y el propio Templo Mayor, inmuebles que guardan importantes vestigios arqueológicos prehispánicos asociados al gran centro ceremonial de México-Tenochtitlan, así como bajo el Palacio Nacional y el predio núm. 33 de la calle Justo Sierra, lugares que conservan testimonios de la época colonial mexicana.

De la Catedral metropolitana, se han estudiado muestras sedimentológicas extraídas de 30 lumbreras o pozos. En la mayoría de los casos, los sedimentos corresponden a ofrendas depositadas sobre el suelo o en cistas y son considerados como materiales de deposición cultural, mientras que los de aporte natural fueron pocos. Del inmueble Ajaracas y del Templo Mayor, se estudian muestras de ofrendas prehispánicas y, del predio 33 de la calle Justo Sierra (siglo XVII), se obtuvieron tanto sedimentos prehispánicos como coloniales; en cambio, los sedimentos del Palacio Nacional hasta ahora estudiados pertenecen al siglo XVIII y principios del XIX.

A continuación se enuncian algunos de los numerosos restos de naturaleza vegetal que destacan como pruebas de la utilización y aprovechamiento de los recursos naturales en la región de la Cuenca de México en los tiempos prehispánicos, así como aquellos de importación europea, producto de la Conquista española. En cada uno de los casos, se anota brevemente su valor cultural y, al final, con base en los diferentes tipos de plantas representadas en el subsuelo del centro histórico, se describe el paisaje de la ciudad de México hace más de 500 años. Con todo, queremos hacer hincapié en que la información que se ofrece en esta reseña sólo contempla resultados parciales de la investigación arqueobotánica del Programa de Arqueología Urbana del Proyecto Templo Mayor.

 

Aurora Montúfar López. Bióloga. Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, INAH.

 

Montúfar López, Aurora, “Arqueotánica del centro ceremonial de Tenochtitlan”, Arqueología Mexicana núm. 31, pp. 34-41.

 

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