matlactli omei quiáhuitl

13. 0. 3.11. 5    9 chikchan  8 xul   

En la época prehispánica el consumo del pulque era restringido.

Ingresamos por una pasarela a un drenaje hecho de tabiques en el año 1900. Nos conduce a lo largo del tiempo y nos descubre diversas etapas del edificio.

Tláloc otorgaba a los hombres todo lo necesario para la vida, razón por la cual uno de sus nombres era Tlamacazqui, “El Dador”. 

matlactli omome técpatl

Este monolito –que recuerda más a una mesa o estrado que a una silla– servía de asiento para que el dignatario ejerciera su poder.

Tiene las estructuras prehispánicas más voluminosas, construidas en torno a plazas de proporciones extraordinarias, y un área urbana que cubrió unas 5 300 ha.

13. 0. 3.11. 4    8 k’an       7 xul  

Como los mexicas debían alejarse de donde vivían se favoreció el uso de productos capaces de conservarse durante largo tiempo y cuya preparación fuera sencilla.

Es posible que su nombre se deba a que los edificios, con numerosos cuartos, recordaron a los españoles sus conventos.

La calabaza es una de las especies vegetales más representadas en el arte mesoamericano, seguramente porque además de sus atributos alimenticios se le otorgaban otros simbólicos.