9. Lápida de Aparicio. Veracruz

Enrique Vela

El complejo ritual asociado a la cosmovisión mesoamericana era amplio y diverso. Su función esencial era propiciar cotidianamente, y en ocasiones señaladas, el equilibrio del cosmos y con ello el bienestar general. Había desde los ritos que se realizaban individualmente y en el espacio doméstico hasta los que requerían la participación del conjunto social, si bien eran dirigidos por gobernantes y sacerdotes y tenían lugar en espacios públicos claramente establecidos. El sacrificio era uno de ellos e incluía, además de la conocida extracción del corazón, numerosas variantes, en función seguramente del propósito particular de la ofrenda.

Es posible que además de las lápidas del Museo Nacional de Antropología y del Museo de Antropología de Xalapa existieran otras dos y que se localizaran en las cuatro esquinas de una cancha del sitio de Aparicio. En ellas se representa a jugadores de pelota –llevan protecciones y portan una manopla y una palma– que han sido sacrificados, por cierto no necesariamente un ganador. El personaje ha sido decapitado y de su cuello, en lugar de sangre, surgen siete serpientes en una clara alusión a la fertilidad. La decapitación fue un acto ritual común en Mesoamérica y existen representaciones similares a las de Aparicio, entre otros sitios, en Tajín y Chichén Itzá.

Imagen: Lápida de Aparicio. Veracruz. Clásico. Museo Nacional de Antropología. Lápida de Aparicio. Veracruz. Clásico. Museo de Antropología de Xalapa. Lápida de Aparicio in situ. Fotos: Marco Antonio Pacheco, Rafael Doniz / Raíces. Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología / INAH.

 

Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial. Editor de la revista Arqueología Mexicana.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Vela, Enrique, “9. Lápida de Aparicio. Veracruz”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 96, pp. 28-29.