Arqueología en El Cajón, Nayarit

Raúl Barrera Rodríguez

El conquistador Nuño Beltrán de Guzmán dejó un testimonio de la posesión y bautizo que el 5 de junio de 1530 hizo del río que a partir de ese momento y en lo sucesivo se conoció como del Espíritu Santo o Grande de Santiago. Se trata de un importante drenaje natural que nace en el valle de Toluca con el nombre de río Lerma, atraviesa parcialmente los estados de México, Michoacán, Guanajuato y Jalisco, donde confluye en el lago de Chapala. Desde allí continúa con el nombre de río Grande de Santiago y se dirige hacia el noroeste y, atravesando la Sierra Madre Occidental por un estrecho cañón que a veces llega a ser desfiladero, penetra en Nayarit por el punto llamado Analco, para desembocar finalmente en el Pacífico a la altura del lugar llamado Boca del Asadero.

Precisamente en la región sureste de Nayarit, recientemente la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aprovechando esta importante corriente fluvial, ha concluido la construcción de la Presa Hidroeléctrica El Cajón. Como resultado de la construcción de esta magna obra, entre 2003 y 2006, la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH llevó a cabo un proyecto de investigación y salvaguarda del patrimonio arqueológico de la nación.

Los recorridos de superficie efectuados en esta región de la sierra permitieron localizar 72 sitios arqueológicos, que cronológicamente abarcan desde la época prehispánica hasta la época contemporánea. En 21 se realizaron excavaciones, que consistieron en pozos de sondeo, calas estratigráficas y la excavación extensiva de 25 estructuras arquitectónicas. De la época prehispánica se localizaron vestigios de núcleos habitacionales conformados por viviendas de formas circular y rectangular, que eran construidas con materiales perecederos y delimitadas por sencillos alineamientos de piedra. Entre los sitios arqueológicos más relevantes se encuentran La Playa, situado en las inmediaciones de la comunidad del mismo nombre, en el municipio de La Yesca, Nayarit, y Lagunitas, en e! municipio de Hostotipaquilla, Jalisco. En La Playa se excavaron 28 tumbas de las llamadas de tiro y fosa; aunque algunas habían sido saqueadas en años anteriores, fue posible excavar varias que estaban intactas. En éstas se localizaron por lo común entierros humanos acompañados la mayoría de las veces por e! ajuar funerario, formado por figurillas de barro, vasijas, cuentas de concha y cuentas de piedra verde y turquesa, entre otros materiales, que en conjunto ejemplifican e! complejo pensamiento cosmogónico de estas sociedades. En Lagunitas, a pesar de que también ha sido objeto de intenso saqueo, se localizó y exploró una tumba de tiro que estaba intacta. La ocupación de estas tumbas comenzó quizá alrededor de 200 a.C. y continuó aproximadamente hasta 600 d.C.

 

RELACIONES DE EL CAJÓN CON OTROS SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Con base en los estudios realizados en los vestigios arqueológicos localizados podemos señalar que la presencia humana en la región comenzó hace aproximadamente 2200 años. Son representativos de este momento los sitios con tumbas de tiro en las riberas del río Grande de Santiago, cuya ocupación continuó aproximadamente hasta 600 d.C. A diferencia de las comunidades conformadas por caseríos dispersos que en la época prehispánica ocuparon la región, los centros ceremoniales presentan una distribución simétrica de las unidades arquitectónicas. Hay algunas evidencias de unidades habitacionales pertenecientes al Clásico (1- 800 d.C.), pero fue en el Posclásico Temprano (900-1100 d.C.) cuando se dio un incremento poblacional en esta región de la Sierra Madre Occidental. Desde épocas muy tempranas, los grupos humanos de la región desarrollaron una intensa actividad comercial con poblaciones situadas en la planicie costera y en el altiplano nayarita, así como con el Cañón de Bolaños, El Teúl, La Quemada y Chalchihuites, en Zacatecas. El culto a los ancestros míticos se manifestó en los diversos trabajos escultóricos en piedra, barro y concha, localizados en sitios de la época prehispánica. Los rasgos faciales de las figuras humanas son muestra de la probable relación cultural que por vía marítima seguramente se dio con regiones lejanas de Sudamérica, que incluyen Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Cabe señalar que además de estos países, en los estados mexicanos de Colima, Jalisco, Nayarit, parte de Zacateca s y Michoacán, se encuentran evidencias de la llamada tradición de tumbas de tiro, que al paso de los siglos se desarrolló en distintas regiones con rasgos particulares.

Raúl Barrera Rodríguez, “Arqueología en El Cajón, Nayarit”, Arqueología Mexicana, num. 84, pp. 66-73.

Raúl Barrera Rodríguez. Arqueólogo. Director del Proyecto Arqueológico El Cajón, Nayarit, e investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico, INAH. En 2004 recibió la medalla “Nayarit” a la investigación científica y tecnológica en el área de ciencias sociales y económicas.

Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar:

http://raices.com.mx/tienda/revistas-la-guerra-en-mesoamerica--AM084tags