Asedio, caída y destrucción de Tenochtitlan

Raúl Barrera Rodríguez

Asedio, caída y destrucción de Tenochtitlan. Una mirada desde las fuentes

Palacio de Axayácatl El histórico encuentro del 8 de noviembre de 1519 entre Moctezuma y Cortés tuvo lugar en lo que hoy es la calzada José María Pino Suárez, casi esquina con República de El Salvador, a la altura de la Iglesia de Jesús Nazareno.

Ese mismo día, el tlatoani Moctezuma hospeda a los españoles y sus aliados indígenas en el Palacio de Axayácatl (su padre), que se encontraba en el lugar que hoy ocupa el Nacional Monte de Piedad. Una vez instalados, colocan sus cañones y aposentan vigías en puntos estratégicos. Un día después, Cortés, en compañía de un grupo de capitanes y soldados, acude al palacio de Moctezuma, con quien se entrevista, y le hace saber que viene en representación del rey de España y que fueron enviados para erradicar el culto a los ídolos y terminar con la práctica del sacrificio humano (Díaz del Castillo, 2000, pp. 162-164).

Recorrido por el Templo Mayor

En plan de reconocimiento, cuatro días después Cortés y algunos de sus hombres, acompañados de Moctezuma Xocoyotzin, ascienden al Templo Mayor, desde donde observaron la magnitud de la ciudad con sus canales y puentes de madera y casas de techo plano alrededor del centro ceremonial y en los costados de las calzadas. Después se trasladan a Tlatelolco, donde quedan sorprendidos de la multitud de gente y de la variedad de productos que ahí se intercambiaban. La presión sobre Moctezuma continúa cuando el conquistador ibérico deshonra a los dioses y pretende colocar una cruz y la imagen de una virgen en lo alto del Templo Mayor de Tenochtitlan. La petición le fue negada pero, a cambio, obtienen el consentimiento para acondicionar una habitación del Palacio de Axayácatl para dar misa (Díaz del Castillo, 2000, pp. 171-175).

Captura de Moctezuma Xocoyotzin

El miedo cada vez mayor entre los hispanos hizo que prepararan un plan para apresar a Moctezuma, como una medida de contención ante un posible ataque mexica. El pretexto para hacerlo prisionero fue la muerte del alguacil mayor de la Villa Rica de la Veracruz, Juan de Escalante, así como de otros seis invasores europeos, un caballo y varios totonacos, a manos de mexicas por órdenes de Coatlpopoca, gobernador de Nauhtlan. Ante esta noticia, Cortés, acompañado de una treintena de hombres, acude al Palacio de Moctezuma a hacerlo cautivo y llevárselo al Palacio de Axayácatl, donde estaban aposentados (Díaz del Castillo, 2000, pp. 179-185). Como un acto humillante por parte de los hispanos es muy probable que le hayan puesto grilletes con cadenas al señor de Tenochtitlan. En ese momento también fue apresado Itzcuauhtzin, señor de Tlatelolco (Códice Florentino, 1979, lib. XII, f. 36v). Al mismo tiempo, preparándose para atacar la ciudad, Cortés mandó traer desde la Villa Rica materiales de los bergantines en los cuales habían arribado para construir otros nuevos. Las fuentes refieren que se hicieron 13 de éstos (Díaz del Castillo, 2000, pp. 190-191).

La tensión entre los mexicas al ver a su tlatoani sometido por los españoles, motivó a Cacama, señor de Tezcoco, a convocar a los señores de Coyoacán, Tacuba e Iztapalapa a organizarse por la vía armada para enfrentarlos y liberarlo. Aprovechándose de la autoridad que Moctezuma representaba, Cortés lo obliga para que envíe un comando armado a capturar al mismo Cacama y, poco tiempo después, a los demás señores de los pueblos que preparaban la revuelta (Cortés, 2015, pp. 72-73; Díaz del Castillo, 2000, p. 196).

Imagen: En este sitio se llevó a cabo el encuentro entre Moctezuma y Cortés. Parte posterior de la Iglesia de Jesús Nazareno, Ciudad de México. Foto: Raúl Barrera Rodríguez. Encuentro de Moctezuma Xocoyotzin y Hernán Cortés:  Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España…, t. I, cap. LXXIII. Foto: BNAH.

Raúl Barrera Rodríguez. Arqueólogo por la ENAH. Investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH. Responsable del Programa de Arqueología Urbana.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Barrera Rodríguez, Raúl, “Asedio, caída y destrucción de Tenochtitlan. Una mirada desde las fuentes”, Arqueología Mexicana, núm. 173, pp. 64-71.