El nacimiento de Tenochtitlan

Xavier Noguez

Ahora, analizaremos particularmente dos partes de esta escultura, llamada Teocalli de la Guerra Sagrada: el dorso y el techo de la capilla. Creemos que ambos conjuntos gráficos están relacionados. El dorso goza de una particular popularidad, y ha sido reproducido en innumerables ocasiones, en vista de que se muestra el tetzáhuitl o portento fundacional de México-Tenochtitlan. Ahí se registran los elementos muy conocidos del águila sobre un nopal de tunas duras (tenochtli), identificadas como símbolos de los corazones humanos. El ave sostiene en su pico el glifo de atl-tlachinolli. El cactus emerge de la boca abierta de un cráneo rodeado de una orla de varios segmentos y colocado en un ambiente acuático. Esta escena se complementa con una imagen antropomorfa tendida, de la que sólo se alcanza a reconocer una pierna con varios objetos de difícil identificación.

Desafortunadamente, no sabemos cuál deidad se ha sacrificado. Caso argumenta que se trata de Chalchiuhtlicue, la diosa de lagos, ríos y manantiales. Futuras investigaciones podrán avanzar en el conocimiento de este personaje. Este conjunto ofrece dos variantes iconográficas importantes, cuando se compara con otros ejemplos procedentes de fuentes gráficas coloniales. A primera vista, se nota la ausencia de la serpiente o un ave. Aquí parece que se han reemplazado por el glifo de atl-tlachinolli.

Este juicio se ha basado en dibujos donde faltó fidelidad en los detalles. Como se aprecia en la serpiente existe y ha sido colocada al lado derecho del tlachinolli. En este caso el atl-tlachinolli no sustituye a la serpiente. Pueden coexistir para enriquecer el mensaje. Citamos el ejemplo del registro en la base de la escultura lítica de la cabeza de Coyolxauhqui, de la colección de la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología. Entre otros símbolos, encontramos entreveradas una serpiente (¿maquizcóatl de doble cabeza?) y el glifo de atl-tlachinolli. También, como otra variante gráfica, el nopal de tunas duras (tenochtli) no nace de una piedra, como regularmente se consigna en otros ejemplos. Varias tradiciones escritas afirman que la piedra fue la transformación sobrenatural del corazón de Cópil, hijo de Malinalxóchitl y sobrino de Huitzilopochtli. Llama la atención que un elemento tan importante como la piedra (tetl), y que forma parte del nombre de la ciudad (Te(tl)-noch(tli)-titlan), no esté presente.

Imagen: Teocalli de la Guerra Sagrada, sección dorsal. Se aprecia la serpiente al lado del atl-tlachinolli. Museo Nacional de Antropología. Fotos: Marco A. Pacheco / Raíces, Archivo de Xavier Noguez.

 

Xavier Noguez. Licenciado y maestro en historia por la UNAM. Doctor en estudios latinoamericanos por la Universidad de Tulane. Profesor-investigador de El Colegio Mexiquense. Sus áreas de investigación son los códices del Centro de México y los orígenes de la tradición guadalupana. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Noguez, Xavier, “El Teocalli de la Guerra Sagrada y la fundación de México-Tenochtitlan”, Arqueología Mexicana, núm. 169, pp. 75-77.