Sin embargo, también podríamos pensar en el interior de la olla como una colmena, pues tenemos registros coloniales y contemporáneos de la crianza de abejas nativas en ollas. Fray Francisco Ximénez menciona para la zona de Rabinal, en Guatemala, que era posible cultivar abejas nativas en ollas, mientras que encontramos este tipo de cultivo actualmente en Cuetzalan, Puebla.
El símbolo de oscuridad presente en las ollas de los vasos K2286 y K2942, pero que se aprecia con mucha mayor claridad en el vaso K2284, puede considerarse como un elemento que apela al contenido de la olla; tanto la colmena como el fermento necesitan de oscuridad para poder desarrollarse plenamente y podríamos estar ante un significado múltiple: la miel, la colmena como origen de la bebida ritual y el fermento como producto final.
Los insectos que aparecen en los vasos mencionados no podían tratarse de moscas o avispas. Más allá de la iconografía, podemos pensar en el significado de las moscas asociadas a la putrefacción o descomposición, las avispas con la guerra y el dolor, mientras que las abejas pueden vincularse con la preservación y la metamorfosis.
La miel se contrapone a la putrefacción mientras que el fermento no se trata de algo podrido sino de un elemento que ha sufrido una transformación. En este sentido, es importante mencionar a las demás advocaciones de Ahkan que aparecen en el vaso K2942: el golpeador (guerrero), el decapitador (autosacrificio) y aquel que está vinculado con la aplicación de enemas (vasos K927, K1900, K1381 y K1379); es posible pensar que Ahkan es un ser relacionado con la transformación ritual bajo estos distintos aspectos.
Imagen: Abejas de vasijas mayas del Clásico. Vaso de engobe amarillo estilo Tikal K2942. Foto: © Justin Kerr (K2942).
Pavel Alonso García Magdaleno. Profesor en el Centro de Estudios Antropológicos de la FCPYS, UNAM. Historiador por la FFYL, UNAM. Maestro y doctor en estudios mesoamericanos por el IIF, UNAM.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
García Magdaleno, Pavel Alonso, “Mok chih. las abejas y la olla”, Arqueología Mexicana, núm. 183, pp. 50-51.