El sistema de escritura de Teotihuacan

Por: Christophe Helmke y Davide Domecini

 

Aunque todavía no se ha logrado el desciframiento fonético del sistema teotihuacano, lo que sí se puede hacer es un “desciframiento semántico”, es decir, identificar el significado de glifos o grupos de glifos gracias a su parecido con los empleados en otros sistemas de escritura mesoamericanos, particularmente los sistemas de escritura del Altiplano mexicano.

Décadas de investigaciones impulsadas por trabajos pioneros de nuestros homólogos mexicanos y estadounidenses han logrado demostrar que se desarrolló un sistema de escritura en Teotihuacan, la gran metrópolis del Clásico. El sistema teotihuacano todavía no se ha descifrado debido a una serie de factores, entre ellos una inseguridad sobre la lengua dominante de la ciudad que sin duda fue multiétnica y plurilingüística, aunque muchos elementos apuntan hacia alguna lengua antigua de la familia uto-azteca (o yutonahua) a la que pertenece el náhuatl –el idioma de los mexicas. Si bien sistemas de escritura foráneos se emplearon en la ciudad, atestiguados por la presencia de inscripciones mayas y zapotecas, su uso fue complementario al sistema local, del cual nos ocupamos a continuación.

Tanto la estructura de los glifos teotihuacanos como un recuento de los glifos conocidos –poco más de cien– indican claramente que el sistema de escritura teotihuacano fue un sistema logofonético que, así como todos los otros sistemas de escritura mesoamericanos, combina logogramas y fonogramas. Los primeros son signos que registran icónicamente una palabra o una unidad de significado, mientras que los segundos registran sonidos independientemente de su significado.

Aunque todavía no se ha logrado el desciframiento fonético del sistema teotihuacano, lo que sí se puede hacer es un “desciframiento semántico”, es decir, identificar el significado de glifos o grupos de glifos gracias a su parecido con los empleados en otros sistemas de escritura mesoamericanos, particularmente los sistemas de escritura del Altiplano mexicano. Gracias a este método se han podido identificar signos calendáricos, topónimos, antropónimos, títulos y quizás algunos verbos.